19N, Día del hombre

HABLANDO DE DERECHOS

Jacqueline L'Hoist Tapia *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

Muchas personas desconocen que existe un día internacional para los hombres. Este día se reconoce por iniciativa del Comité Internacional del Hombre y dentro de sus principales objetivos está la salud de los hombres y de los niños, la mejora de las relaciones de género y claro, la gran apuesta de construir modelos masculinos positivos. Y es que cuando hablamos de salud, también hablamos de los motivos de muerte, y entre las principales causas en los hombres de América Latina y el Caribe están las enfermedades no transmisibles, como el VIH/SIDA, los accidentes de tráfico, los suicidios, las lesiones, la violencia y las enfermedades cardiovasculares, por lo que viven en promedio entre cinco y siete años menos que las mujeres.

Entendemos a los estereotipos como ideas construidas en la colectividad socialmente, sobre algún grupo de personas, pero este tipo de ideas también se han construido alrededor de lo que significa ser mujer u hombre. Es decir, lo que conocemos como los estereotipos de género y que los reconocemos en expresiones como que “los hombres son fuertes” o que “las mujeres son mejores para la crianza”, entre otras, estas ideas preconcebidas pueden menoscabar a muchas personas, al creer que ni hombres ni mujeres pueden realizar actividades que no se les hayan designado, y por tanto, se les encasilla perdiendo así el derecho a ser libres y a la construcción de su personalidad, e incluso discriminándoles.

Hay quien pensaría que estos estereotipos son inofensivos o que mayoritariamente están en la descripción de lo femenino, y que por tanto, obligan a un estilo de vida, pero la verdad es que los hombres también son presos de estas ideas. Por ejemplo, la tasa de suicidios en México de hombres es casi cinco veces más alta que la tasa de suicidios en mujeres, y es que ideas como que “los hombres no lloran” termina enseñándoles que nunca deben mostrarse vulnerables o débiles, y si ya el tema de la salud mental es todo un tabú, lo es más aún en lo masculino, y lo vimos en las Olimpiadas, cuando se reconocen estas situaciones que le impedían participar y se convierte en nota un jugador que teje mientras espera su turno. Porque sale de roles de género preestablecidos.

Vale la pena, en la conmemoración del Día Internacional del Hombre, replantearse, o más bien, eliminar estos estereotipos, pues la violencia de género puede encontrar una respuesta de su móvil precisamente en estos conceptos de cómo debemos ser y cómo debemos vernos las personas en función del género. La exigencia en cumplirlos y la exigencia en que otras personas los cumplan, pueden llevar a escenarios violentos como los que ahora reconocemos.

Hablar pues de nuevas masculinidades y masculinidades positivas es deconstruir estos roles, es una gran oportunidad para que los hombres puedan vivir más años, que dejen de padecer enfermedades cardiovasculares, que el suicidio no sea el camino a su liberación de presiones, que no tengan que demostrar que son fuertes y morir por accidentes de auto, por lesiones callejeras por violencia. Pero sobre todo, a dejar conductas machistas que han erosionado las relaciones de convivencia entre hombres y mujeres.

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