En plena tormenta de críticas de constitucionalistas, organizaciones civiles, legisladores de oposición, empresarios y ambientalistas, más amenazas de lluvia de amparos y controversias ante la Suprema Corte, contra el decreto para que las obras estructurales de su Gobierno se declaren de “seguridad nacional”, el Presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que propondrá como gobernadora del Banco de México a la subsecretaria de Egresos de Hacienda, Victoria Rodríguez Ceja, quien a juicio de financieros, analistas y economistas carece de experiencia para el manejo monetario del país.
Aparejado a ello, aseguró en su mañanera de ayer que, si no se hubiera cambiado la política económica, “acabado” el saqueo y la corrupción, y él no fuera Presidente, “Pemex estaría en bancarrota, la CFE, lo mismo; no se hubiese enfrentado la pandemia como lo hicimos, habría costado muchísimas más vidas y el país estaría hundido, destrozado” y que, en cambio, “no se ha empobrecido a la población” porque bajo su administración “hay estabilidad económica, financiera y no se ha endeudado al país”.
DE ESTO Y DE AQUELLO…
Uno de los muchos cuestionamientos contra el llamado “decretazo presidencial”, que pone fin a la transparencia sobre el manejo de recursos públicos, fue hecho por el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas, al alertar que la autonomía del Banco de México es patrimonio para la estabilidad económica del país que debe prevalecer, por lo que se debe blindar el manejo monetario de los vaivenes electorales o intereses políticos.
Agregó que cualquier iniciativa que afecte la operación del banco central, ya sea intervenir en sus procedimientos o reducir la objetividad y fundamentación técnica de las decisiones de su liderazgo, conlleva el riesgo de afectar la credibilidad de la institución y la ejecutividad de sus resultados, lo que tendría un impacto negativo al alterar la estabilidad macroeconómica del país y promover inversiones.
La encarnizada disputa entre cárteles de la droga en Zacatecas, entidad visitada ayer por el Presidente, enfrentó ya al gobernador morenista, David Monreal, con su colega panista de Durango, José Rosas Aispuro y, también a aquél con su hermano Saúl, alcalde de Fresnillo —en donde sicarios ejecutan y cuelgan cadáveres—, quien se quejó de no ser tomado en cuenta ni invitado a la visita de López Obrador, para informarle la grave situación en aquel municipio.
Vaya prueba que tendrán los integrantes del Senado y sobre todo su líder Ricardo Monreal, cuando el pleno analice la propuesta presidencial de la nueva titular del banco central sin experiencia —según opinión coincidente de quienes conocen bien, y a fondo el Banxico—, que podría acabar no sólo con su autonomía sino poner en riesgo la estabilidad económica, hoy tambaleante por esa inflación que ya rebasó el siete por ciento y disparando precios de todo.
