2022, decisivo para Oaxaca

COLUMNA INVITADA

Benjamin Robles Montoya&nbsp;<br>*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
Benjamin Robles Montoya *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: larazondemexico

El 2022 será un año decisivo para Oaxaca. La próxima elección de gobernador no es sólo una más, representa la oportunidad histórica de cambiar un régimen enquistado en el poder que, durante décadas, ha sumido al estado en los mayores niveles de pobreza y marginación a nivel nacional.

Si bien es cierto que Oaxaca ya tuvo una alternancia en 2010, también lo es que ésta terminó por defraudar la confianza ciudadana al reproducir los mismos vicios que había prometido combatir. Su fracaso provocó el regreso del viejo régimen seis años después; un régimen que en los hechos nunca se fue porque la corrupción y el saqueo permanecieron intactos.

En 2018, el pueblo de México puso un alto al régimen neoliberal cuando le dio su voto a Andrés Manuel López Obrador con una mayoría contundente. En Oaxaca, el triunfo de López Obrador fue fiel reflejo del respaldo popular a su candidatura en todo el país, con una ventaja de casi un millón de votos respecto de su más cercano competidor. Con dicha mayoría, las y los oaxaqueños dejaron muy claro su hartazgo del viejo régimen y su voluntad de apoyar el proyecto de la Cuarta Transformación, pero faltaban entonces cuatro años para la elección local.

Teniendo en cuenta ese histórico resultado y el nivel de popularidad y respaldo del pueblo de Oaxaca al hoy Presidente de la República, la elección de gobernador será la oportunidad histórica para las y los oaxaqueños de poner fin al régimen de corrupción, a esos malos gobernantes que traicionaron la confianza depositada en ellos y saquearon la entidad, enriqueciéndose a costa de la pobreza de su gente.

Pero la elección local también será clave para el proyecto transformador de AMLO a nivel nacional por diversas razones. En primer lugar, por la relevancia política, social, cultural e histórica de la entidad; en segundo lugar, porque Oaxaca es la entidad con mayor cantidad de municipios del país, muchos de ellos regidos por usos y costumbres, lo que lo convierte en un Estado con gran diversidad política, social, económica y cultural. En tercer lugar, porque precisamente esas complejidades y esa pluralidad social hacen de Oaxaca la entidad con mayor politización en el país.

En cuarto lugar —y está es una razón central— porque debido al peso político de la entidad, instaurar en ella la Cuarta Transformación no sólo implicará un golpe de timón y un parteaguas para Oaxaca, sino también significará un paso decisivo para la consolidación del proyecto transformador de López Obrador en todo el país.

Por esas razones, para alcanzar esta estratégica victoria electoral y consolidar así la Cuarta Transformación en Oaxaca y en todo México, es preciso garantizar la unidad de quienes integramos la alianza Juntos Haremos Historia.

En ese sentido, como legítimo aspirante a la candidatura, he venido propugnando y trabajando por la unidad del movimiento, y confío en que la elección de la o el candidato a través del método de encuestas sea transparente para dar legitimidad a quien resulte ganador o ganadora, y preservar así la unidad. De no ser así, se correría el riesgo de fracturar no sólo la unidad, sino peor aún, todo el proyecto transformador.

Pero al interior de nuestro movimiento, debemos reflexionar para qué queremos ganar en Oaxaca, y es que nuestro compromiso fundamental debe ser justamente instaurar la Cuarta Transformación para poner fin a la corrupción y el saqueo, para trabajar en beneficio del pueblo y no de intereses particulares, para hacer realidad un proyecto nacional progresista y de bienestar con la profunda visión social que caracteriza a Andrés Manuel López Obrador. Para ello, se requiere alguien cercano a la gente, con sensibilidad social y vocación de servicio, que conozca bien el estado, así como las necesidades del pueblo oaxaqueño y que trabaje incansablemente para resolver sus problemas.

La elección de gobernador en Oaxaca será decisiva para la Cuarta Transformación. Por eso mantengo clara mi aspiración de encabezar la coalición de los partidos que integran la 4T.

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