Sin niños no hay inmunidad de rebaño

SIN MIEDO

Josefina Vázquez Mota&nbsp;<br>*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
Josefina Vázquez Mota *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: larazondemexico

“No podremos alcanzar una inmunidad colectiva contra Covid-19 si no les vacunamos”, precisó la organización civil Save the Children.

Y es verdad, si los niños, niñas y adolescentes no son vacunados no vamos a lograr la inmunidad de rebaño, porque no podemos dejar de lado que nuestra infancia es portadora del virus.

Nuestros niños y adolescentes sí se contagian, tan sólo en lo que va del 2022, el Sistema de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna), informó que se han reportado más de 3 mil 609 menores infectados ante la variante Ómicron.

Por eso como dice Save the Children, mientras los menores se encuentren imposibilitados para recibir el biológico, no habrá inmunidad colectiva, pues los niños, niñas y adolescentes representan casi la tercera parte de la población mexicana.

Por lo tanto, al vacunar a nuestros niños y adolescentes se contribuye a alcanzar la inmunidad en el país, de lo contrario, seguirán aumentando los contagios y las muertes.

La organización civil ejemplificó que en otros países la inoculación en menores es ya un hecho, como Estados Unidos, donde se vacuna a los menores desde los cinco años; en Chile a partir de los tres años o incluso Cuba, que aplica su vacuna propia desde los dos años.

Save the Children hizo un llamado al Gobierno federal, al cual me sumo, a poner en marcha una campaña de vacunación dirigida a los menores de cinco años, y dejar de negarles la vacuna contra Covid-19 a este grupo de edad.

No más, la Organización Mundial de la Salud (OMS), hace unos días recomendó administrar a menores entre 5 y 11 años la dosis contra Covid de Pfizer-BioNTech. Con la única condición, por parte de los expertos sanitarios del órgano internacional, que la dosis a aplicarse fuera de 10 microgramos, en lugar de los 30 que se ofrecen a los mayores de 12 años.

Quiero retomar los dichos de la directora de vacunas de la OMS, Kate O’Brien, quien explicó que durante los ensayos clínicos no hubo problemas de seguridad para la aplicación de la vacuna en menores de 5 a 11 años.

Además, recomendó que las dosis de refuerzo se administren de 4 meses a 6 meses, después de las primeras dos dosis.

Seguir negando la inmunidad, a nuestra infancia y adolescencia, es no querer domar la pandemia, es negar una realidad, que es, que nuestros niños, niñas y adolescentes sí se contagian y mueren.

Vacunar a nuestros niños, niñas y adolescentes no sólo ayuda a conseguir la inmunidad de rebaño, sino que, además, garantiza su derecho a la salud y prioriza su interés superior.

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David E. León Romero