Trio Feral y Alberto Zuckermann Trío

LAS CLAVES

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

Escuchar al ensamble de New York: Trio Feral --integrado por Barney McAll, líder/tecladista; Bill Campbell, batería; y Jonathan Maron, bajo eléctrico--: entrar a un cosmos armonioso del funk con sonoridades heterodoxas de jazz, rock, pop, free y música noise. Comparto esta vez con los tres o cuatro lectores fieles de estas Claves, algunos apuntes de una agrupación que se debate en un lúdico performance grabado en formato de DVD en el que juguetes, máscaras y efectos visuales protagonizan una ronda de ecléctica prosodia orquestal.

Momento culminante cuando el tecladista (piano acústico, sintetizador, teclados, órgano) expone en escalas menores, un instigador pasaje ibérico de evidentes acuses de Chick Corea con amalgamas clásicas de Granados y De Falla. Instrumentación de sonoridad elíptica en un timbre de oscilaciones entre pausas rítmicas y melodías superpuestas de incitadora belleza.

Constantes regodeos al Herbie Hancock del álbum Heads Hunter, expuestos en el timbre orquestal y en las redundancias funk. Graciosas las intervenciones del muñeco de McAll y singulares tabaleos de Campbell, quien no oculta sus deudas con Max Roach y Billy Cobham.

Indiscutibles las destrezas del cabecilla McAll para sacarle jugo a todas las posibilidades de los conformes en la ejecución de los teclados. Su mejor postulado está en el piano acústico con alocución coreana por momentos, y enamorada proporción de Barron, Zawinul, Garner y, por supuesto, Hancock.

Veo estos videos siempre sorprendido por las bazas socarronas de McAll: su muñeco al despedirse camina cabizbajo al camerino. Piquete quizás poco conocido en México; pero, muy demandado en los espacios del jazz-funk estadunidense.

Coda. Trío Alberto Zuckermann: Omar Anguiano, contrabajo; Raúl Campos, batería; Alberto Zuckerman, piano. Desfile por las dársenas de McCoy Tyner, Paúl Bley, Bill Evans, Keith Jarret, Steve Kuhn y Bobo Stenson. “The Saga of Harrison Crabfeathers”, del pianista neoyorkino Steve Kuhn: despliegue del romanticismo íntimo de Zuckermann desde tensiones y clima de singular libertad formal. Contrabajo y batería apoyan la caligrafía de un tecladista de acusada ‘prosapia evansiana’.

“Lore y Vero”, “Delta”, “Tributo a Paul Bley”--rubricadas por Zuckermann--, y “Passion Dance”, del pianista de Filadelfia McCoy Tyner: motivos melódicos que se columpian en un regocijo introspectivo protagonizado por las teclas en contrapunteo con contrabajista de

‘pujas carterianas’ y baterista de golpeteos que hacen referencias a Cobham, Erskines y DeJohnette.

Trio que sabe trabajar con prestancia, las atmósferas propias de la suite: temas redundantes en conmutaciones cercanas al hard bop y al neoclasicismo de Peterson. Por momentos, Erick Satie se asoma; por instantes, Herbie Hancock deletrea algunos clústeres.

“Passion Dance”: bajista en demostración de virtuosismo técnico. Encore: “Eloísa”, de Zuckermann: gestos evansianos en complicidades del contrabajista que puntea con ‘manías mingusianas’ y baterista abriendo rendijas en los armónicos.

Dont Feed

Dont Feed

  • Artista: Trio Feral
  • Género: Jazz-funk noise
  • Sello: Celestial Arts
Temas: