Ecobici para siempre

JUSTA MEDIANÍA

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

Estamos acostumbrados a que en muchas ocasiones, cada Gobierno, en sus tres niveles, federal, estatal y municipal, inmediatamente después de su toma de protesta e inicio de mandato, instaure planes, políticas y programas para dar remedio a los problemas públicos que aquejan a su comunidad, modificando o borrando aquellos que encabezó la administración saliente, generando así, en la mayoría de las ocasiones estancamiento, ineficiencia y retrabajos.

Por supuesto, existen extraordinarias excepciones y es Ecobici, el programa de movilidad en bicicleta de la Ciudad de México, una de ellas, que gracias a su extraordinario diseño y a que realmente abona a la solución de un problema público, está cumpliendo 12 años, fortaleciéndose a lo largo de 3 diferentes administraciones.

La Ciudad de México enfrenta diferentes retos y problemas públicos y uno de ellos es la movilidad de sus ciudadanos, íntimamente ligada con su calidad de vida, productividad e impacto ambiental.

Una de las primeras acciones realmente relevantes para sensibilizar a una caótica Ciudad de la importancia del peatón, y de manera muy especial, del ciclista, fue el programa Muévete en Bici —que también persiste—, implementado en el año 2007, que consiste en cerrar al tránsito vehicular algunas avenidas por lapsos específicos para que sean ocupadas por peatones, ciclistas y patinadores.

Ecobici nació en el mes de febrero del año 2010 durante la administración del hoy canciller Marcelo Ebrard, con 1,200 bicicletas distribuidas en 84 cicloestaciones, enfrentando el reto de incursionar en una Ciudad dominada por automóviles. El pasado 16 de febrero el programa cumplió 12 años ininterrumpidos de operación y servicio, a lo largo de los cuales se realizaron 74 millones de viajes.

Los beneficios de Ecobici son diversos e impactan positivamente tanto en sus 362 mil usuarios actuales, como a millones de no usuarios. Se calcula que a lo largo de estos 12 años se ha evitado la emisión de más de 5 mil toneladas de CO2, lo que equivale a plantar 17 mil árboles. Esto aunado al bienestar que genera en los ciclistas el transportarse en bicicleta de manera eficiente y económica, incentivando la actividad física. El no usuario se ve beneficiado gracias a que esos 74 millones de viajes en bicicleta han liberado espacio en las calles, al no realizarse en automóviles o en el mejor de los casos en autobuses o motocicletas, con todo lo que ello representa.

Ecobici nos deja valiosas lecciones: ha venido a fortalecer y complementar el complejo sistema de movilidad capitalino; es seguro, económico y ecológico; ha privilegiado al ciclista y al peatón, por encima del automovilista; es la muestra de la adaptación del sistema de movilidad a las necesidades presentes, prueba de ello, el éxito y la continuidad del mismo.

Ecobici se fortalece, por el bien de todos, con más de 9 mil bicicletas distribuidas en más de 650 cicloestaciones. Felicidades a quienes lo planearon e implementaron (Marcelo Ebrard y Martha Delgado, principalmente), y felicidades también, a quienes no sólo lo han respetado, sino fortalecido a lo largo de los años. ¡A pedalear!

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