Después de la sexta ola de contagios que rompió récords en Europa y a pesar de que la Organización Mundial de la Salud advierte que aún no se puede considerar al Covid-19 como una enfermedad endémica, países europeos han comenzado a olvidarse de las mascarillas, el símbolo de la gran pandemia de nuestro siglo.
Con el descenso de contagios del coronavirus en gran parte del mundo, llegó la hora que todos estábamos esperando, el momento de guardar los cubrebocas y regresar a la vida “normal” después de la pandemia que cambió al mundo y nuestra manera de relacionarnos.
Los primeros países en Europa que decidieron terminar con el uso obligatorio de la mascarilla fueron Suecia, Noruega, Finlandia y Dinamarca. Este último, el primer país que se decantó por regresar a las actividades normales desde el año pasado para que sus habitantes se acostumbraran a vivir con el virus aún presente.
Ahora llega el turno de otros países de la Unión Europea como España, Bélgica y Francia, que se suman a esta decisión que parece el inicio del fin de la pandemia. En el caso de Francia, uno de los países del bloque europeo con restricciones más duras, ha dejado atrás el uso del cubrebocas en lugares cerrados. Bélgica, por su parte, ha terminado con el uso de mascarillas y sólo es forzoso en transporte público y hospitales.
Sin embargo, voces de expertos advierten que este regreso a la normalidad puede desencadenar una nueva ola de contagios, y resulta lógico pensar que el descenso de medidas de distanciamiento social y dejar de utilizar las mascarillas resultará en un mayor número de contagios, ya que la enfermedad sigue presente y, al parecer, ya será parte de nuestra vida.
Junto a esta decisión de dejar a un lado el uso obligatorio de la mascarilla, algunos países también han optado por dejar de publicar las cifras de contagios y muertes provocadas por el Covid-19 al registrarse un menor número de casos.
Este podría ser el panorama para países de otras latitudes, como en México, donde se registran menos contagios y el gobierno ha determinado pintar de verde todo el territorio nacional respecto a las indicaciones del semáforo epidemiológico que nos han acompañado a lo largo de esta pandemia.
Son buenas noticias que parecen ser el inicio del fin de una pandemia que se veía interminable, pero debemos mantenernos alerta y la OMS advierte que aún no es momento para celebrar, y sugiere que las pruebas deben seguir realizándose. Lo que es una realidad es que tarde o temprano el Covid-19 se convertirá en una enfermedad endémica, como la gripe, y tendremos que acostumbrarnos a vivir con ella, pero ya sin los resultados fatales con los que inició.