Violencia vicaria

SIN MIEDO

Josefina Vázquez Mota*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

Poco se ha hablado y se habla de la violencia vicaria, pese a tener años ejerciéndose; una violencia que como todas, tiene muchos rostros.

La violencia vicaria es aquella en donde hay manipulación de las y los hijos por los padres, e incluso su familia extendida, en contra de las madres; es también, la que se ejerce sobre los hijos para herir a la mujer. Es una violencia secundaria a la víctima principal, que en este caso es la madre, esto de acuerdo con el Frente Nacional contra Violencia Vicaria.

Otra de las manifestaciones de la violencia vicaria es cuando sustraen a las hijas o hijos de sus madres, amenzando con nunca volver a verlos, con la intención de romper el vínculo materno filial, lo que provoca daños irreversibles en las víctimas.

Una encuesta realizada por el Frente sostiene que en el 80% de los casos de violencia vicaria las madres fueron separadas de sus hijos de forma inesperada, con previas amenazas y sin tener contacto con los menores.

La violencia vicaria es más recurrente, que no es la constante, cuando hay hijos y un divorcio de por medio.

Si bien es un tipo de violencia en el que la mayoría de los casos es ejercida del padre hacia la madre, los hay también en donde es la madre quien hace usos de los hijos e hijas para agredir al padre. No podría dejar de mencionarlo, dado que en tiempos de igualdad y equidad este tipo de violencia afecta a ambos géneros.

Pero sobre todo, afecta a las hijas e hijos de quienes viven y son víctimas de la violencia vicaria, pues al ser utilizados para lastimar y agredir a uno de los cónyuges se convierten también en víctimas, además de que son vulnerados sus derechos, como el de tener una familia y crecer sin violencia.

Las consecuencias en los menores inmersos en la violencia vicaria van desde padecer depresión, tener problemas de personalidad, vivir y ejercer violencia, autolesionarse y el suicidio.

Por eso es necesario generar conciencia y reconocimiento en la sociedad acerca de la existencia de la violencia vicaria. Hablar de ella y ponerla sobre la mesa permite que se deje de ejercer en silencio, con impunidad y con la posible colusión de las autoridades.

Desde el Senado de la República, particularmente, desde la Comisión de los Derechos de la Niñez y de la Adolescencia, se escuchará a la sociedad civil, expertos y académicos en la materia, con la intención de conocer la realidad detrás de este acto de violencia, visibilizarla y tomar en cuenta sus comentarios para juntos hacer un trabajo legislativo que lleve a reconocerla en las leyes.

De acuerdo al Frente, en voz del abogado Pedro Hernández Gaona, de no hacerse visible la violencia vicaria, “no se está considerando un mismo tipo legal y eso es un gravísimo error”, dado que no aparece en los 34 códigos penales que tiene México, además del Federal, el de la Ciudad de México, el Penal Militar y el de cada uno de los estados.

Es tiempo de hablar y de hacer visible la violencia vicaria; es tiempo de proteger a nuestra niñez de cualquier tipo de violencia; de escuchar a nuestras niñas, niños y adolescentes, pero sobre todo, de garantizarles un entorno familiar libre de violencia.

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