La forma de hacer negocio ha cambiado de manera importante y con ella, las funciones del área de capital humano; hoy más que nunca, las empresas requieren de una estrategia que maximice el potencial de sus colaboradores.
Los últimos dos años han marcado un cambio acelerado en la manera en que se lleva a cabo el trabajo. Los colaboradores piden más flexibilidad sobre cuándo, dónde y cómo realizar su trabajo, la competencia por talento con habilidades específicas es mayor que antes; al mismo tiempo, la digitalización en los negocios requiere de nuevas habilidades, mientras que la automatización pone en riesgo muchos empleos.
Todos estos cambios están complicando la operación eficiente del área de capital humano. Es fundamental conformar equipos que verdaderamente entiendan la esencia del negocio, sus objetivos y metas, y que tengan la visión necesaria para crear, ejecutar y mantener la alineación estratégica que permite alcanzar la aspiración de la empresa.
El primer paso para desarrollar una estrategia de desarrollo de talento es identificar los elementos básicos que queremos desarrollar en los colaboradores, con respecto a: talento y liderazgo, experiencia con el empleador y desempeño de la organización. En un contexto adecuado, estos elementos maximizarán el potencial de todos los colaboradores.
Identificados estos elementos, es necesario cuestionarse en qué situación se encuentra la organización, ¿cuáles son los principales retos para alcanzar los resultados que esperamos alcanzar? ¿Qué nos falta para alcanzar el estado ideal de estos elementos? Lo anterior permitirá identificar riesgos y oportunidades, y de ahí plantear una estrategia que permita desarrollar todo el potencial de nuestros colaboradores.
A partir de la identificación de las áreas que hay que desarrollar será posible alinear la estrategia de desarrollo de talento con la estrategia de la empresa, de tal manera que se logre maximizar los resultados.
Tabla 1. Ejemplo de características ideales para el desarrollo de talento
