A cinco días de la ratificación —no revocación— de mandato, la promoción prioritaria de integrantes del Gobierno, de gobernadores, legisladores y ediles de Morena, es ésa, por encima de cualquier otro asunto o problema, por urgente o grave que sea: masacres, feminicidios, “gasolinazos”, alza generalizada de precios, desabasto de medicinas o más regiones del país bajo control de cárteles de la droga.
Vaya, hasta la Reforma Eléctrica, que le urge al Ejecutivo federal y lo ha llevado a un abierto enfrentamiento con el gobierno de Estados Unidos —aprobada ayer en comisiones, al tiempo de que la coalición PAN-PRI-PRD presentó una contrapropuesta— está pendiente porque lo primero es lo primero para quien aun con un apoyo cercano al 60 por ciento de la población, insiste en una ratificación que constitucionalmente no requiere, a menos de que decida prolongar su mandato, más allá de la fecha para la que fue electo.
DE ESTO Y DE AQUELLO…
El pleno de la Suprema Corte de Justicia aprobó ayer por unanimidad el proyecto de la ministra Lucía Piña Hernández, que eliminó la prohibición de que durante 10 años, los exfuncionarios públicos pudieran trabajar en el sector privado, como se estableció en la Ley Federal de Austeridad Republicana, según la cual ninguno de los que hoy lo son perciban un salario mayor al del Presidente Andrés Manuel López Obrador, lo que originó una de varias controversias constitucionales al inicio del sexenio.
Por considerar que esa medida era desproporcional e inadecuada para prevenir posibles actos de corrupción por parte de exservidores públicos, la totalidad de los ministros apoyaron y votaron a favor del proyecto de su colega Piña Hernández, quien sostuvo que hay otras medidas más adecuadas que no afectan el derecho al trabajo de quienes hayan ocupado cargos públicos.
Antes de viajar el fin de semana a Coahuila en un avión de la Guardia Nacional, acompañado del comandante de ésta, general Luis Rodríguez Bucio; del líder de Morena, Mario Delgado, y otros militantes de ese partido, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, le informó al Presidente que iría “a promover” la revocación de mandato y que su jefe hasta le comentó: “Te van a querer correr los del INE”.
Sin embargo, en su mañanera de ayer, el mandatario negó que a eso haya ido su paisano, porque “no es precandidato a la Presidencia”, y si visita los estados es “porque lo ayuda a la transformación”, y en el caso del subsecretario de Seguridad Pública del Gobierno federal, Ricardo Mejía Berdeja, quien pidió licencia para promover la encuesta y se auto-destapó para gobernar Coahuila, dijo que “está de vacaciones”.
El Ejército no regresó a los cuarteles, pero entra de lleno a la política.