“La democracia es el peor sistema de gobierno diseñado por el hombre. Con excepción de todos los demás”
Winston Churchill
Muchas veces se habla de democracia y de leyes, y pareciera que las leyes nacieron con la democracia, pero es a la inversa, primero nacieron las leyes y después la democracia; así tenemos que las leyes más antiguas encontradas fueron en Mesopotamia en 1750 a.C. con el Código de Hammurabi, que agrupa un conjunto de leyes, como la del talión.
Las leyes surgen como una necesidad de regular y proteger la vida y la propiedad, fueron evolucionando hasta llegar a regular la vida familiar, las relaciones contractuales, y posteriormente la relación con la autoridad, es decir, con las primeras formas de gobierno, que eran los jefes de las tribus, para convertirse en Emperadores, Reyes, y hoy en Presidentes.
Por su parte la democracia, que significa “el poder del pueblo”, surge hasta el siglo VI a.C. en Atenas, Grecia, donde se elegían a los gobernantes por sorteo y las decisiones eran tomadas por mayoría de los miembros de una asamblea, compuesta por todos los ciudadanos varones atenienses; sólo podían ser ciudadanos los hombres libres.
Sin embargo, esta forma de democracia inicial, fue temporal, posteriormente desapareció y surgieron nuevas formas de democracia, pasando por el imperio romano, hasta llegar a la democracia moderna, surgida en el siglo XVIII en Francia, Inglaterra y Estados Unidos, con el reconocimiento del sufragio universal y posteriormente con el voto de las mujeres.
Existen diversas formas de democracia, está la representativa, donde los ciudadanos eligen a sus representantes y éstos forman un congreso para nombrar un jefe de gobierno; también encontramos la democracia directa, en la cual los ciudadanos directamente nombran al jefe de gobierno, y en algunos casos también pueden votar las políticas a seguir, mediante el plebiscito o el referéndum, ambos vinculantes con el resultado.
Por su parte, las leyes también han evolucionado a lo largo de la historia, y mucho se debe a la democracia, en la cual las leyes son consensuadas para su creación, siendo estas leyes la propia base de las reglas democráticas, por lo que no puede haber democracia sin respeto a las leyes.
Las leyes se han creado para ser aplicadas por las autoridades encargadas de ello, habiendo una estricta división de poderes que sustente la independencia entre los poderes, y por lo tanto el gobierno debe ser el primero en cumplir con las leyes, de lo contrario nos encontramos en una disfunción en la división de poderes, y el poder judicial tendría que hacer cumplir la ley al propio gobierno.
De esta forma tenemos que el gobierno no puede decidir cuáles leyes respetar y cuáles no, caer en esa situación genera una atrofia jurídica y falta del Estado de derecho; todo gobierno democrático debe respetar las leyes y aceptar las resoluciones de los órganos impartidores de justicia, las cuales deben ser conforme a derecho, de lo contrario estaríamos frente al caos; y el caos tarde o temprano nos lleva a una revolución para establecer un nuevo orden.