Colima es un estado que tiene todo para recibir turismo: montañas, ríos, volcanes y playas, como la de Manzanillo, Isla de Navidad y Las Hadas, son hermosas. También está el Parque Nacional del Nevado para acampar y disfrutar de la naturaleza.
Hoy, en la entidad hay un problema gravísimo que es la inseguridad. Hasta hace pocos años, la gente vivía con tranquilidad; sin embargo, esa paz parece desvanecerse. Hay un punto clave, Colima limita al norte con Jalisco y al sur con Michoacán, dos estados con mayores índices de inseguridad de todo el país, pero también está el puerto de Manzanillo, un sitio estratégico para el trasiego de drogas.
Pero Colima no se blindó de la inseguridad de sus vecinos, del narcotráfico y crimen organizado, y precisamente, por no tener una estrategia certera en ese tema, hoy está sumergido en la violencia. El estado es el que tiene mayor índice de asesinatos por cada 100 mil habitantes, de acuerdo con el reporte del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Los municipios que más homicidios han registrado, debido al conflicto entre grupos delictivos, son Villa de Álvarez, Colima y el Puerto de Manzanillo. En los primeros días de abril, se tuvieron más de 6 asesinatos diarios. Mientras que en enero hubo 50; 68 en febrero; y 66 en marzo de este año, lo que ha provocado que Estados Unidos emitiera una alerta de viaje, nivel 4, para sus ciudadanos, lo que significa no viajar a la entidad por delincuencia y secuestro.
Hace unos años, las autoridades aseguraban que los homicidios no eran realizados en Colima, sino en Jalisco, y que los cadáveres se mandaban a ese estado para no ser contabilizados en el vecino Colima, pero eso dejo de ser verdad, hoy hay cientos de asesinatos en el estado.
Uno de los enfrentamientos más recientes ocurrió el 21 de marzo en la capital del estado. Civiles con armas de grueso calibre y policías estatales intercambiaron balas por más de una hora, cerca de La Glorieta del Charro. Decenas de comerciantes tuvieron que bajar cortinas y esconderse en medio de la refriega. Mujeres y niños también buscaron refugio. Los agresores se atrincheraron en una casa. El saldo fue de dos detenidos y un agente ministerial herido.
Las balaceras no fueron sólo en el centro de la capital de Colima, hubo otras agresiones en el municipio de Villa de Álvarez, uno de los más azotados por las disputas internas del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Otro hecho violento sucedió la madrugada del 14 de marzo, cuando civiles armados bloquearon diferentes puntos de la entidad, donde al menos 6 unidades de carga pesada fueron incendiadas por sujetos armados, esto tras la detención en Zapopan, Jalisco, de Aldrin Jarquín Jarquín, El Chaparrito.
Esto ocurrió a seis semanas de que se intensificaron las balaceras en la entidad, todas a plena luz del día, cuando la gente está en sus actividades cotidianas. La forma de operar de los grupos criminales se replica en varias entidades, donde se ha vuelto común el abandono de cuerpos en zonas públicas, mensajes con amenazas, incendio de viviendas y obstaculización de caminos.
¿Pero por qué se está intensificando esta violencia? Informes indican que se trata de pugnas entre el CJNG, contra sus antiguos aliados conocidos como Los Mezcales o Cártel Independiente de Colima.
Violencia no cesa
Precisamente, esta disputa fue la que se generó entre el Cártel Jalisco y sus antiguos aliados provocando una riña al interior del Cereso de Colima el pasado 25 de enero, cuando hubo nueve personas asesinadas y siete más que resultaron con lesiones.
Para febrero, los enfrentamientos llegaron a las calles de la entidad, donde por cuatro días hubo intercambio de balas no sólo entre grupos criminales, sino contra policías municipales y estatales. Uno de estos líderes es José Bernabé Brizuela Meraz, el autodenominado Vaca, pertenece a la facción del Cártel Independiente.
Este hombre colaboraba como jefe de plaza para el Cártel de Juárez y era encargado de coordinar embarques de droga en Manzanillo como en el Puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán, aunque desde principios de la década pasada buscó alianzas con el CJNG, con el que hoy está enfrentado.
Incluso, en 2019, cuando fue detenido, intentaron trasladarlo a un penal de Tamaulipas, pero sicarios emboscaron el convoy que lo resguardaba en un tramo de Oaxaca, donde asesinaron a un agente ministerial y lo ayudaron a escapar.
Tambíen libraba una batalla contra El Chaparrito antes de su detención. Tanto el apodo como los apellidos coinciden con datos difundidos por el gobierno de EU en octubre de 2021, en los que ubican a estos sujetos como jefes de plaza en Manzanillo.
Hace un par de años, el Departamento del Tesoro ubicó en su llamada "lista negra" a cuatro operadores de Nemesio Oseguera, El Mencho, en el puerto de Colima.
La ola de violencia ha provocado afectaciones para los comerciantes y empresarios, quienes han reportado pérdidas y han denunciado extorsiones como el cobro de derecho de piso.
Para la Administración de Control de Drogas, la DEA, los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación son los principales productores y vendedores de fentanilo en Estados Unidos, país que culpa al Cártel de Sinaloa, en particular a Ovido Guzmán, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán, de ser uno de los principales fabricantes y distribuidores de fentanilo, por eso a raíz del “Culiacanazo”, donde fue liberado Ovidio, quien tiene una orden de detención en Estados Unidos, la relación con nuestro principal socio comercial se fracturó.
Pero también hablan de miembros del CJNG como importantes introductores de droga al país vecino. Recientemente, el Departamento del Tesoro incluyó en su "lista negra" de narcotraficantes a cuatro mexicanos, presuntos integrantes del grupo liderado por El Mencho.
De acuerdo con sus investigaciones, operan el contrabando de drogas a través del puerto de Manzanillo, Colima, y sus alrededores. La encargada de dar a conocer esta información fue la Oficina de Control de Activos Extranjeros, la OFAC, que considera que “el éxito criminal de CJNG se debe en parte a su influencia en lugares estratégicos como el puerto de Manzanillo”.
La OFAC señala este punto (el puerto de Manzanillo) como la puerta de entrada a la cocaína colombiana y los precursores químicos importados de Asia, principalmente China, incluidos los que se utilizan para sintetizar el fentanilo para su distribución en nuestro vecino del norte.
La ubicación del estado lo hace muy vulnerable para que sea un territorio en disputa para los narcos, pero también no es un estado tan grande, se debe de tener una estrategia de seguridad para poder controlar la seguridad. Y las autoridades locales y federales tienen que tener una estrategia ya para poder salvar a Colima de la inseguridad, terreno perdido ante los narcos es muy difícil de recuperar.