Se van las estancias infantiles, se van las escuelas de tiempo completo, se cambian los libros de texto gratuitos basados más en ideología que en información dura y concisa.
Pero lo más grave es que se está buscando cambiar a un nuevo modelo educativo que no tiene antecedentes en ningún otro país.
Un plan educativo que no está basado en estudios pedagógicos serios, sino en ocurrencias.
El propio Presidente López Obrador dijo que se tenía que combatir el individualismo.
La realidad es que, con estos modelos de educación pública, lo único que se está logrando es ampliar la brecha de la desigualdad. Los niños y jóvenes que vayan a una escuela privada estarán sin duda mejor preparados.
No nos vayamos más lejos, en muchas secundarias y preparatorias públicas, todavía ni siquiera se regresa a clases presenciales.
¿Pero qué es lo que se propone hacer en la educación pública en México?
Las modificaciones se dieron a conocer en el Marco Curricular y Plan de Estudios 2022 de la Educación Básica Mexicana, publicado el pasado fin de semana.
Mientras que en algunos portales de Internet aclaran que los grados escolares siguen estando presentes, que la transición hacia fases tiene que ver con la organización de los procesos de aprendizaje, no con grados escolares.
De acuerdo con la SEP, el actual modelo educativo fracciona el aprendizaje y conocimiento de los estudiantes de nivel básico, pero no da a conocer cómo llevará a cabo su nuevo proyecto para los 232 mil planteles de educación básica del país, el cual tampoco cuenta con un plan piloto.
Detalla el cambio de grados escolares por lo que califica como fases de aprendizaje, las cuales constan de seis para preescolar, primaria y secundaria. La SEP también indica que esto permitirá dedicar mayor tiempo a los procesos cognitivos, emocionales, sociales y culturales que las y los estudiantes requieren para el desarrollo óptimo de sus capacidades.
En el comunicado aseguran que con esta alternativa se ofrecerá a las y los estudiantes mayores posibilidades para consolidar, aplicar, integrar, modificar, profundizar, construir o acceder a nuevos conocimientos, así como priorizar la planeación, seguimiento y evaluación del trabajo entre docentes y, a su vez, promover una perspectiva amplia e integral.
Formación polarizada
La fase 1 tendrá una duración de un año; la 2, tres; la 3, 4 y 5, dos años cada una, en tanto que la etapa 6, durará tres años. En el caso de la inicial, es de siete horas para los Centros de Atención Infantil; para preescolar se establecen tres horas; en educación primaria son 4.5 horas; y en secundaria, siete horas.
Se han eliminado de los libros de texto gratuito varias asignaturas para darle prioridad a Lenguajes; Saberes y pensamiento científico; Ética, Naturaleza y Sociedad, así como Temas de lo humano y lo comunitario.
Es gravísimo lo que está pasando en la educación en México. En vez de trabajar con ocurrencias se deberían de poner a hacer un plan estratégico para poder recuperar todo lo perdido en temas educativos durante la pandemia.
Hoy, las nuevas realidades están muy lejos de lo que se está planteando hacer en materia educativa en el país.
Dicen desde el Gobierno que no se debe trabajar con base en la meritocracia. ¿No le parece injusto que un estudiante con las mejores calificaciones que se ha esforzado, que ha sido disciplinado, tenga las mismas oportunidades laborales que uno que no hizo ni el más mínimo esfuerzo?
Vivimos en un mundo globalizado, la competencia laboral ya no sólo es con los compañeros escolares o del país. Muchos empleos, y más en un futuro, se pueden lograr fuera del país, trabajando de manera remota desde México. Con mejores sueldos y prestaciones.
¿Por qué no preparan a los niños mexicanos a que sean competitivos, a que puedan tener un mejor nivel de vida?
Con este nuevo modelo educativo se podría perder la oportunidad de mantener evaluaciones importantes, como la Prueba Pisa, que examina el rendimiento de alumnos de 15 años en áreas temáticas clave, como matemáticas, ciencia y literatura, que este año evaluará a 8 mil 50 alumnos y se llevará a cabo en 312 planteles del país.
No quieren que se haga la prueba Pisa, porque con la pandemia los alumnos mexicanos están muy mal preparados.
El tema de los cambios de grado escolar por fases se da en medio de la decisión de la jueza Séptima de Distrito en Materia Administrativa de la Ciudad de México, quien emitió una suspensión definitiva que ordena a la SEP no aplicar las reglas de operación de la Escuela es Nuestra (LEEN) para 2022 y, con ello, mantener el programa de Escuela de Tiempo Completo.
La jueza consideró que aplicar las reglas de operación, como están publicadas en el Diario Oficial de la Federación, va en perjuicio de los derechos a la educación y a la alimentación de la niñez.
Cuando se anunció que se cancelarían las escuelas de tiempo completo, que además de ayudar a prevenir la desnutrición en los sectores más vulnerables de la población, protegen a los menores para que estén más tiempo en lugares seguros y vigilados, hubo numerosas protestas. Por eso, el pasado 23 de marzo la SEP reculó, aunque no explicó cómo se harían los ajustes.
Pese al desacuerdo de muchos padres de familia por el intento de modificar la Escuela de Tiempo Completo, el Gobierno federal incrementó hasta el 33% en el presupuesto que se entrega a los planteles del programa La Escuela es Nuestra.
Me parece muy bien que pongan en buen estado decenas de escuelas que están en muy malas condiciones, pero que no se quiten las escuelas de tiempo completo.
Las malas decisiones que se tomen hoy en la educación de nuestros niños se cobrarán muy caro en el futuro. Cada día estos menores tendrán menos posibilidades de una movilidad social, de tener mejor preparación y mejores salarios.
Si lo que se quiere es que todos los niños y niñas tengan la misma preparación, se tendría que invertir en la educación de fondo. Menos ideología y más educación.