En 1967, Lafayette, Indiana, Iglesia Pentecostal, el pequeño William (cinco años) ejecuta el piano del coro con gran habilidad, sus padres Sharon y Stephen Bailey, quien es el pastor, están muy orgullosos y ya llevan en brazos a la hermanita Amy, recién nacida. Un año después nacerá el tercero de los Bailey: Stuart, con quien se completa la religiosa familia.
Años después descubren que William tiene una voz privilegiada, al inicio de su adolescencia ya está clasificado como tenor, contratenor y barítono, así que canta y por si fuera poco, tiene una memoria sobresaliente, lo hacen monaguillo, pues es capaz de memorizar largos pasajes bíblicos, incluso ya lo están considerando como sucesor de su padre para dirigir la iglesia.
Asisten todos los días al templo, en casa, tienen prohibido ver televisión por considerar que aparecen escenas “diabólicas”, una vez a la semana la familia reunida ve algún programa, pero si sale una escena en la que se dan un beso, los obligan a voltear para no exponerlos a situaciones inapropiadas.
Atrás de esta fachada hay muchos secretos: el primero es que William es hijo de otro padre, su madre lo tuvo a los 16 años con un hombre muy violento, quien los abandonó cuando el niño tenía dos años, siendo una mujer débil y sin recursos económicos aceptó casarse con Stephen y que adoptara legalmente al niño; el otro secreto es que el pastor es pedófilo y abusa sexualmente de William (lo lleva cada semana al Museo de la Marina y en el baño lo viola), su otra víctima es la pequeña Amy, quien denunció lo que vivió hasta que fue adolescente; y por último: el señor Bailey golpea a su esposa e hijos, es un hombre sumamente violento, para sobrellevar todo esto, Sharon bebe alcohol a escondidas.
A los 17 años, William accidentalmente encuentra unos documentos donde descubre la mentira de su origen, acusa a su padrastro de la violación con su madre, quien no le cree y poco a poco se va dando cuenta de la situación infernal en que ha crecido, se va de casa, empieza a fumar marihuana y a vivir donde sea, con 20 arrestos en esa época, se vuelve un delincuente juvenil, muy violento; pero tiene un sueño: sabe que tiene talento musical y quiere ser rockero, es así como decide irse a Los Ángeles, donde pasa años difíciles, incluso viviendo en la calle, cambia su nombre por el de W. Axl Rose y se va uniendo con jóvenes que tienen y reconocen sus capacidades, logrando en 1985 formar la banda Guns N’ Roses, que al tener un contrato con una disquera triunfa y ya ha pasado a la historia por estar en el Salón de la Fama del Rock and Roll.
W. Axl Rose cumplió 60 años el pasado febrero, y con muchos altibajos debido a su impulsividad y agresión. Sigue en la escena musical, donde su voz se considera entre las 10 mejores de la historia del Rock and Roll y de las pocas que son capaces de tener un registro vocal de cinco octavas. Antes de los 30 años acudió a una clínica psiquiátrica y le diagnosticaron Trastorno Explosivo Intermitente y Trastorno Bipolar; no obstante, no aceptó tratamiento. En los años 90 se volvió aficionado a la homeopatía y realizó “terapia de regresión a vidas pasadas”, donde dice, descubrió que su padre biológico también lo violó, y como ha sobrevivido ha sido usando drogas duras en forma ocasional, marihuana frecuentemente, con un psíquico que le indica el aura de las personas que le rodean y un estilo de vida solitario, no ha sido capaz de tener una pareja estable, se vuelve violento, y a pesar de desearlo nunca tuvo hijos. Su fortuna se calcula en 150 millones de dólares y vive en Malibú, recientemente está presentándose en giras con su banda.
Conocemos su difícil historia personal porque él la ha contado con la intención de evitar el maltrato infantil y “para dar respaldo a las personas de las que abusan mental y físicamente”, a veces usa camisetas con la frase: “Digan la verdad a sus hijos”, pues considera que los secretos en las familias hacen mucho daño.
La historia de Axl se repite todos los días en muchos hogares mexicanos, cada año 5.4 millones de niños, niñas y adolescentes son víctimas de abuso sexual en nuestro país. De acuerdo con la organización para la infancia Aldeas Infantiles, seis de cada 10 de estas violaciones se producen en casa y en el 60 por ciento de los casos, el agresor es un familiar o pertenece al círculo cercano a la familia. En 2021, México fue considerado el primer país del mundo en abuso sexual de menores, de acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y de cada mil casos sólo 100 se denuncian y uno alcanza condena.
El fin de semana pasado festejamos el Día del Niño, pienso que lo mejor que podemos hacer por la infancia es protegerla de sus depredadores en casa.
En psiquiatría hay una rama que se llama Epigenética, ha tomado fuerza en los últimos 10 años, investiga la importancia de la crianza en el desarrollo o no de las enfermedades mentales, lo cual significa, que un individuo que tiene una genética para desarrollar una enfermedad mental puede nunca tenerla si su ambiente familiar fue llevado a cabo con amor y respeto.
En julio de 2017, fue publicado un estudio que se llevó a cabo en la Universidad de McGill, Montreal, liderado por el doctor Lutz Pierre-Eric, en el cual se analizaron las diferencias anatómicas en el cerebro de personas: un grupo que había sufrido maltrato infantil y otro que no; los resultados demostraron que lo que afirma la epigenética es cierto, pues unas células del cerebro que se llaman oligodendrocitos no se desarrollan bien en las personas que sufren maltrato y eso hace que la madurez de la corteza cerebral no sea completa y da por resultado individuos con altos niveles de agresión, impulsividad e infelicidad crónica, como es el caso de W. Axl Rose.
En sus palabras: “El miedo es el lugar donde no hay amor. El amor es cuando no hay miedo”.
*Médico psiquiatra y psicoterapeuta