El error de Putin

POLITICAL TRIAGE

Montserrat Salomón<br>*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
Montserrat Salomón*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

Putin ha sido claro cuando afirma que la actual invasión a Ucrania por parte de Rusia debe leerse como un movimiento de defensa de parte de su país ante los ataques de Occidente. Afirma que Ucrania no sólo ha manifestado su hostilidad atacando a los ciudadanos rusos que viven en su territorio, sino que ha hecho pactos con Estados Unidos para el desarrollo de armamento químico y biológico cerca de las fronteras con Rusia. Además, los reiterados intentos de Ucrania por ingresar a la OTAN, muestran, según Putin, sus intenciones bélicas. He aquí la razón por la que Rusia se siente justificada para invadir, en “defensa propia” a su vecino.

Una de las demandas de Putin para el fin de la invasión es que Ucrania acepte jamás ser miembro de la OTAN. Putin considera a dicha organización una gran amenaza para Rusia y busca asegurarse de no verse “rodeado” por países miembros. Sin embargo, su incursión en Ucrania ha resultado desastrosa para sus propios intereses. Si bien Ucrania puede terminar aceptando retirar su petición de ingreso a la OTAN y ser un país forzosamente “neutral”, el ataque injustificado que estamos viendo y la reacción de la misma OTAN apoyando con armas, pero sin intervenir, han desatado el deseo de países nórdicos por ingresar a la alianza del Atlántico.

Suecia y Finlandia han manifestado ya su deseo de ingresar a la OTAN, un golpe fatal para Rusia que con su invasión ha provocado que estos países neutros se pongan en su contra. Finlandia ha tenido ya encontronazos con Rusia y ha luchado a brazo partido para mantener su independencia ante el imperio asiático. Suecia comprende que la geografía la coloca en una posición comprometida y que debe apoyar a Finlandia para defender su porvenir.

Tanto las antiguas repúblicas soviéticas que ya son miembros de la OTAN como ahora Suecia y Finlandia no buscan el cobijo de esta alianza con deseos genuinos, sino por necesidad. Rusia ha mostrado su peor cara en Ucrania y ha puesto de manifiesto lo que era un secreto a voces: Vladimir Putin busca restaurar el imperio ruso por vías violentas y coercitivas. La OTAN se presenta así como un mal menor que, si bien merma la independencia en las decisiones de un país, opera como un bloque elegido de defensa en contra del vecino hostil.

Putin ha cometido un error de cálculo que podría costarle caro. Su afán por debilitar a Europa ha tenido la consecuencia de fortalecer a su enemigo natural, la OTAN. Probablemente termine quedándose con un dominio de facto de Ucrania, con lo que eso implica para el control del comercio y de los energéticos, pero perderá el norte, con países fuertemente armados y decididos a marcar un límite a sus afanes imperialistas. La mesa está puesta para un aumento de las tensiones en la región.

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