Peña Nieto, el expresidente multimillonario

DESDE EUROPA

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: larazondemexico

Una investigación del diario El País confirma que el expresidente de México, Enrique Peña Nieto, vive en España con un visado dorado. Este permiso especial de residencia y trabajo sólo se le otorga a personas que pueden invertir en la compra de inmuebles por un mínimo de 500 mil euros (10.5 millones de pesos según el tipo de cambio actual).

Al terminar su mandato en 2018, el expresidente priista se ha mantenido fuera del radar y del territorio nacional ante la presunción de que pueda ser acusado por diversos delitos, entre ellos enriquecimiento ilícito. Ahora se sabe que el exmandatario mexicano compró en 2020 un inmueble en el exclusivo barrio de Chamberí, en Madrid, la capital española, con un valor superior a los 500 mil euros y con el único objetivo de obtener el visado de los ricos. Una medida elitista creada en 2013 durante el gobierno de Mariano Rajoy, que permite recibir un visado a cambio de una inversión mínima a partir de 10 millones de pesos en el país ibérico.

Este visado dorado para inversionistas le da la posibilidad a quien la obtenga de vivir en España con toda la familia, ingresar y salir libremente del territorio, trabajar, estudiar y, después de dos años, en el caso de residentes latinoamericanos, optar por la nacionalidad española. A diferencia de un extranjero común y corriente que debe pasar años con estrictas medidas de residencia para optar por un visado de trabajo y vivienda.

El expresidente priista, rodeado por uno de los casos de corrupción más sonados, como es el de Odebrecht, no vive en el inmueble que adquirió sin necesidad de una hipoteca según el diario español. Peña Nieto vive en Valdelagua, una urbanización de lujo a 40 kilómetros de la capital española y en donde tiene como vecinos a los famosos actores de Hollywood Penélope Cruz y Javier Bardem.

La casa de Enrique Peña Nieto está construida en un espacio de 2,500 metros cuadrados, refugiada dentro de una urbanización exclusiva que no permite la entrada a nadie que no tenga autorización de los residentes. El exmandatario no es el dueño, sino que pertenece a una constructora cuyo propietario realizó trabajos de consultoría informática en México. Una historia que suena conocida.

Con esta revelación se refuerza la teoría de que los políticos mexicanos sólo quieren llegar al poder para volverse ricos, con el único objetivo de servir a sus bolsillos en vez de ayudar al pueblo.

No se debe olvidar que el gobierno de Peña de Nieto está manchado por la corrupción y uno de los casos sin respuesta más indignantes en la historia negra de México como fue la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa que aún sigue sin resolverse.

El gran problema de la corrupción en México es que vuelve intocable a quien puede comprar el silencio y su libertad. Estos personajes políticos viven con privilegios desde que están en el poder, mientras que millones de mexicanos viven en la pobreza. La falta de justicia sigue siendo una deuda pendiente con la sociedad que no parece estar próxima a imponerse.

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