La detención en México de un presunto pedófilo holandés, líder de una red de pornografía infantil que escapó de las autoridades de su país para continuar dañando la vida de niñas y niños, muestra la importancia que tiene la implementación de mecanismos en contra de las redes de abuso de infantes para salvaguardar la integridad de los menores de edad en nuestro país y en todo el mundo.
Sólo un monstruo podría pensar en dañar a un menor de edad para satisfacer un deseo sexual a cambio de destruirle la vida. De acuerdo con psicólogos, las huellas de un abuso sexual se quedan por siempre en cualquier persona, imaginemos lo que impacta a un pequeño que comienza a desarrollarse y que está indefenso ante las acciones violentas de un adulto.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México capturó al ciudadano de Países Bajos, Nelson “N”, con la ayuda de la organización internacional Operation Underground Railroad, por presuntos delitos de trata de personas y pornografía infantil.
El detenido huyó de su país de origen, donde ya pagaba una condena por abuso infantil y pretendía expandir su red de pornografía de menores en México, según información de la Fiscalía. El presunto pedófilo fue fundador de un partido político que pretendía pasar una ley para legalizar la pornografía infantil y reducir la edad de consentimiento para tener relaciones sexuales. Nelson “N” también difundía, por medio de Internet, información que sugería que los menores de edad son capaces de decidir tener relaciones sexuales con adultos, para normalizar estas acciones que ponen en riesgo a los infantes.
La detención de este presunto líder de pedófilos se suma a muchos otros casos que se han destapado, desde gente famosa hasta líderes religiosos que abusaron de su poder y fama para violentar la vida de miles de niñas y niños indefensos de la forma más vil y cobarde.
Lamentablemente ésta es sólo la punta del iceberg, porque debajo de este hecho hay toda una red de creadores y consumidores de este tipo de contenidos sexuales que tienen una herramienta perfecta para su distribución: Internet.
La corrupción e impunidad que existen en México son un escenario ideal para estas redes de pornografía infantil y, por eso, no parece casualidad que este individuo decidiera esconderse en nuestro país.
Un claro ejemplo de impunidad que pone en riesgo a los infantes es el caso de los niños violados en uno de los refugios de la asociación civil Comisión Unidos vs. Trata, y cuya directora Rosa María de la Garza Ramírez, conocida como Rosi Orozco, asegura que es normal que sucedan estos actos a niños que ya escaparon de un abuso para sufrir lo mismo en un refugio.
Si para algo deben existir las leyes y las autoridades es para asegurar la vida e integridad de los millones de niñas y niños que existen en todo el mundo. No podemos normalizar este tipo de acciones y, como sociedad, nos debería dar vergüenza que haya estos abusos en contra de los eslabones más frágiles e indefensos de la sociedad, los infantes.
