De no suceder otra cosa más contingente, la buena noticia en la relación bilateral entre México y Estados Unidos es la que estaría por anunciar Andrés Manuel López Obrador tras la reunión que sostuvo esta semana con John Kerry —representante estadounidense para asuntos del clima y energía— y donde se abordaron las estrategias para hacer frente al cambio climático: un acuerdo con el gobierno de Joe Biden, con el cual el vecino país canalizará inversiones por casi 30 mil millones de dólares para la generación de energía eólica, fotovoltaica, térmica y de otras fuentes renovables en diversos proyectos en diversas regiones del país, pero con especial énfasis en los estados del norte y la franja fronteriza.
Por supuesto, también es una buena noticia para los esfuerzos públicos y privados para mitigar los efectos de la contaminación sobre el medio ambiente que deteriora la capacidad productiva de tierra y aguas y, por tanto, a la calidad de vida en las ciudades, con lo cual México puede aspirar a cumplir buena parte de los compromisos asumidos en la Cumbre de París y cumplir con el capítulo ambiental del T-MEC para mantener acceso a los mercados de América del Norte sin aranceles o cuotas compensatorias.
El observador acucioso podrá darse cuenta qué no se trata de un acto de pura generosidad o bonhomía de uno u otro gobierno: ante el encarecimiento meteórico de los combustibles fósiles que genera presiones inflacionarias históricamente altas, la obtención de fuentes alternas de energía se convierte en una prioridad de seguridad regional y nacional en América.
Si bien los resquemores del exacerbado nacionalismo energético del gobierno mexicano no se han prestado a un acuerdo anteriormente, como tampoco lo han sido las quejas fundadas de empresas de energía estadounidenses ante el Congreso de su país, la firma de ese acuerdo de cooperación será la mejor noticia que entre ambos países se ha generado en los últimos años.
Re-pensar la Educación. Hoy en la Ciudad de México, Fundación Azteca presenta el Simposio “Re-pensando la Educación”, con la participación de más de 200 maestros y directivos de escuelas públicas que implementan el Modelo Educativo Azteca en diversos estados del país. Será en el Museo de Memoria y Tolerancia de la CDMX donde Ninfa Salinas Sada, presidenta de Fundación Azteca; Kate Robinson, consultora internacional en creatividad e innovación en educación; y Antonio Domínguez, director general de Fundación Azteca, entre otras importantes figuras del sector empresarial, académico y de la sociedad civil, pondrán en marcha una discusión que va al fondo de la realización personal, la capilaridad social, competitividad de las naciones, la libertad y la prosperidad con democracia.
La organización fundada por Ricardo Salinas Pliego convocó a este evento a expertos de talla mundial como Martin Lackéus, de la Universidad de Chalmers de Suecia; Elisa Guerra, integrante de la UNESCO para el reporte “Futuros de la educación”; y Fernando Valenzuela, reconocido como Global Digital Education Thought Leader.
Cuestionar los parámetros del sistema educativo mexicano es la tarea primordial para trazar nuevos linderos.
Metabase Q-Halcyon; priority report. Metabase Q, empresa líder de ciberseguridad en México y América Latina, encabezada por Mauricio Benavides y Louise Ireland, dará a conocer una alianza tecnológica con Halcyon, la primera plataforma de seguridad dedicada y adaptable del sector de ciberseguridad, centrada específicamente en detener ataques de ransomware, considerado como una de las grandes amenazas para la continuidad de negocios y actividades de gobierno en la región. La visión de Metabase Q es ayudar a la región a construir una base de ciberseguridad sólida y robusta que acelere el crecimiento digital en toda América Latina. Actualmente, la situación es altamente preocupante: en México los ataques de ransomware, sumados a los de phishing, pasaron de 5 mil por semana a más de 200 mil por semana durante el último año. Por ello, a través de múltiples motores de prevención con inteligencia artificial, la alianza contribuirá a identificar ataques antes de que se puedan ejecutar, los cuales integrados a plataformas de automatización, permitirán ofrecer una rápida protección contra la intrusión de los ciberdelincuentes.
