Mantener la seguridad en la Ciudad de México es un reto enorme. Primero, es la ciudad más concurrida del país, somos aproximadamente 9 millones 200 mil habitantes los que vivimos aquí, pero si contamos las zonas conurbadas, llegamos a más de 21.3 millones de personas que estamos todos los días en esta capital.
Con tanta gente, encontrar a alguien es como una aguja en un pajar, diría mi abuela, y a eso le agregamos que el consumo de drogas crece constantemente. Por ejemplo, el de opioides y mariguana se incrementó entre los jóvenes un 18 por ciento. La ingesta de otras drogas, como la cocaína y las sintéticas, también es muy alta entre los habitantes de la CDMX.
Este podría ser el paraíso para grupos del crimen organizado, quienes buscan clientela para venderles droga, pero también para extorsionar negocios.
Y si en muchos de los restaurantes y bares probablemente a los que vaya se podrá encontrar droga y delincuentes tratando de hacer cobros de piso.
Pero no se alarme, en la CDMX también hay factores que ayudan a poder controlar la delincuencia. Las entradas y salidas en la ciudad pueden estar siempre monitoreadas y el sistema de cámaras es muy eficiente desde hace ya mucho tiempo. Me ha tocado estar en el C5 de la Ciudad de México y por lo menos hasta el 2017 que entré a hacer un reportaje del sismo, se podía ver gran parte de esta ciudad en imágenes. Claro, es importante darle mantenimiento a este centro de control.
Pero también es una realidad que aquí se han dado golpes certeros a la delincuencia.
En un año, la dependencia capitalina, en coordinación con fuerzas federales, logró la detención de 70 generadores de violencia que están relacionados con homicidios dolosos y lesiones con arma de fuego.
Cae generador de violencia
Estos arrestos se efectuaron a través de trabajos de inteligencia en los que se detectó la movilidad de los sospechosos y se les persiguió hasta lograr su captura.
Omar García Harfuch dijo que en lo que va de su administración se han detenido a líderes, operadores, sicarios y distribuidores de droga y se han desarticulado y debilitado de las estructuras criminales como: La Unión de Tepito, diversas células entre las que destacan la de El Lunares, Los Malcriados 3AD, El Charro, Fabián de la Ronda, Gota a Gota, Grupo delictivo de Juan Balta y Fuerza Anti-Unión.
Además de varios grupos delictivos que operan en la zona sur de la ciudad, como son Cártel de Tláhuac, Los Rodolfos, los Guerreros y Don Agus, así como los de El Oso y El Patas.
En los últimos meses, varios supuestos miembros de Los Canchola fueron detenidos dentro y fuera de la Ciudad de México.
Ahí están Francisco El Pañal y Arturo Rutilio Nava, jefe y reclutador de sicarios de Lenin Canchola, así como Miguel El Chikis, uno de sus principales operadores.
Muchos de estos delincuentes saben que se les sigue los pasos y han salido de la ciudad.
Ahí está el caso de Lenin Canchola quien fue detenido por la Fiscalía de la Ciudad de México el pasado viernes en Monterrey, Nuevo León, donde permanecía escondido. Ahora ha sido trasladado y está recluido en el penal de Santa Martha Acatitla.
Lenin, o alias Señor de la L, es señalado como uno de los líderes criminales más buscados por la violencia y control en el trasiego de drogas principalmente en las alcaldías Álvaro Obregón, Magdalena Contreras y Cuajimalpa, también buscaba tener bajo su control el corredor de drogas en la Roma-Condesa y alcanzaba la zona conurbada del Estado de México.
Este 7 de julio su situación jurídica puede cambiar y permanecer tras las rejas por un largo tiempo. Cuenta con dos órdenes de aprehensión por los delitos de secuestro agravado y asociación delictuosa, y otra por homicidio.
Era uno de los objetivos prioritarios de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, que desde hace poco más de dos años comenzó a erradicar las operaciones de este hombre y de otros grupos delictivos que buscan tener el control en la capital del país, como La Unión Tepito, la Anti-Unión y el Cártel Jalisco Nueva Generación, la cual fue responsable del atentado contra Omar García Harfuch ocurrido el 26 de junio de 2020.
Lenin Canchola comenzó a trabajar hace décadas en un grupo de choque conocido como Los Claudios, el cual tenía como objetivo invadir predios y extorsionar a comerciantes.
Uno de los casos más relevantes a los que estuvo ligado fue a la invasión de un edificio en la calle Benjamín Hill, de la colonia Condesa. Los vecinos advirtieron que el inmueble se había convertido en un almacén que surtía droga a los antros del corredor Roma- Condesa.
Fue un caso muy famoso porque en ese edificio había túneles y salidas diversas con motonetas listas para poder escapar. En la azotea había halcones armados que informaban, mientras que varios jóvenes, también armados, vigilaban la calle 24 horas, pues Lenin era el encargado de ese almacén.
Llegó a cobrar derecho de estacionamiento a los vecinos, extorsionó a los cuidadores de autos y exigió cuotas a taquerías y comercios cercanos.
Su grupo, el cual se hacía llamar Los Malcriados 3AD: tercera acción destructiva, se dedica por las noches a los “arrancones” de autos y fiestas, todo lo publicaba en redes sociales. En sus eventos se repartían armas y droga con la finalidad de reclutar a jóvenes. Por eso siempre organizaba fiestas en las calles de Álvaro Obregón, en la Condesa, en los llamados “sonideros”.
La banda criminal comenzó hace años, también como un grupo de choque, utilizada para desalojos, invasión de predios o para reventar mítines. Hasta que decidió expandir su negocio a la distribución de drogas, secuestro, robo y extorsión.
Lenin estuvo preso en varias ocasiones. En 2005 en el Reclusorio Sur por el delito de robo, cinco años después regresó a la cárcel, esa vez al Reclusorio Norte, por robo de automóvil.
Entre los crímenes a los que fue vinculado Lenin y su grupo, está el asesinato de un DJ, cometido el 21 de febrero del 2018.
De acuerdo con las autoridades, Lenin se reunió con Pedro Ramírez, El Jamón, líder de La Unión Tepito, fueron, al menos dos encuentros, previos a su detención, ocurrida el 28 de mayo de 2018.
El objetivo era coordinar acciones contra el cártel rival, la fuerza Anti-Unión. la búsqueda del acercamiento entre El Jamón y Canchola Martínez se dio debido a que Roberto, El Betito, mantuvo cercanía con este sujeto. Pero volvió a quedar en libertad. Hoy, nuevamente enfrenta a la justicia.
Con estas detenciones y con trabajo de inteligencia es la única manera de mantener el control de una ciudad como ésta, tan grande y tan complicada, pero a la vez tan vibrante.