Como sociedad somos parte de la solución

ELUCIDACIONES

Jorge Camacho<br>*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
Jorge Camacho*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

Durante buen tiempo me pregunto si ¿el sistema político en que vivimos en México es el que más nos conviene o simplemente es el que tenemos por ser, el que como sociedad merecemos?

Y la respuesta es dual. Somos una sociedad poco participativa y le damos mínima importancia al sistema político que tenemos, nos interesamos poco por influir en las decisiones de política y gobierno y dejamos mucha holgura a las determinaciones que al final impactan en todo lo que hacemos.

La democracia no termina con la participación ciudadana en la urna el día de la elección, y parece que sólo nos hacemos responsables, en parte, de elegir y le dejamos toda la responsabilidad a quienes suponemos serán los que definan por nosotros.

Luego nos dedicamos, como sociedad, sólo a esperar y si es posible, en algunos casos a la crítica fácil. Nos preocupa poco la clase política y a los que se dedican a esa labor les calificamos muy mal.

Es verdad que los políticos hacen poco por mostrarse cercanos a los electores, por cumplir sus promesas de campaña, si es que en algún momento las hicieron, y los que las hicieron, por completo caminan en sentido opuesto a lo que los llevó al lugar porque el ciudadano los votó.

Entonces tenemos dos elementos a considerar. Una sociedad poco interesada en la elección de las o los mejores y, por otro lado, una clase política que en su mayoría se comporta cínica, lejana y poco preparada para los cargos que fueron electos.

El problema es complejo.

La sociedad no avanza porque el sistema político no resuelve la problemática ni las demandas de la sociedad, y la sociedad elige sin el menor conocimiento e interés de encontrar mejores oportunidades por mejores personas.

Mientras no seamos capaces de salir del círculo vicioso de elegir malos gobernantes por estar mal informados, y las decisiones pasen por políticos incapaces y corruptos que sólo buscan su beneficio personal, la situación que como país vivimos será la misma o quizá sea peor.

El político de la actualidad debe abrir canales de comunicación efectivos, de ida y vuelta. Se debe establecer como prioridad el diálogo entre ciudadanos con quienes tienen o aspiran a algún cargo. El elector o el ciudadano debe estar dispuesto a aportar si se dan las condiciones y el gobernante es receptivo a propuestas que resuelvan la problemática existente.

Hoy la sociedad tiene toda la información al alcance de su mano y frente a ellos, infinidad de posibilidades para saber lo que pasa en el mundo. Un político no puede llegar a imponer su visión sobre todos los temas. No existen políticos ni personas que tengan toda la información y que lo sepan todo. Es fundamental que la sociedad tome parte en las desiciones, que tome parte en las definiciones, que se involucre en los procesos y que sea parte de la solución.

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