Chico Ché contra el mundo

GENTE DETRÁS DEL DINERO

Mauricio Flores *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

Considerando que 85% del comercio de México se da en el marco de América del Norte (proporción similar tiene el flujo turístico) que cerca de la mitad de la inversión se genera en la región y que el 95% de las remesas que tanto se festinan como salvadoras de la economía familiar provengan de Estados Unidos, deja en claro la magnitud del conflicto que Andrés Manuel López Obrador pretende minimizar y presentar ante su electorado y seguidores como un muy tranquilizante “aquí no pasa nada” cuando, en realidad, tenemos de frente el mayor conflicto comercial de la historia reciente debido a las políticas monopólicas y centralistas en materia energética.

El valor del comercio de energía entre México y EU es monumental, más de 42 mil millones de dólares por año. Pero su valor más importante hoy por hoy es lo que la energía aporta a la producción de bienes y servicios con una reducida huella de carbón que se puedan comercializar de manera sostenible en a nivel mundial, tal y como lo exponen las empresas estadounidenses agregadas a la American Chamber, que aquí representa Vladimiro de la Mora. La mayor generación de energía renovable y mantener accesibles las energías fósiles es la llave maestra para atraer hacia Mexico a un ritmo creciente la inversión que salen de Asia en busca de los mercados occidentales…, y no disponer de la misma significa el estancamiento de la economía mexicana al perder una de sus hélices que aún funciona.

Y sí los gobiernos de Joe Biden y Justin Trudeau deciden iniciar un panel de controversia contra las políticas energéticas de México en cuanto energía, significa que el actual gobierno se niega al nearshoring para una mayor integración regional y que las reglas se obstinan en un nacionalismo decimonónico tan inoperante como inoperantes los monopolios de combustibles y electricidad que se intentas reconstituir —como ilusión política— a las paraestatales quebradas de Pemex, a cargo de Octavio Oropeza, y la CFE, a cargo de Manuel Bartlett, que, en conjunto, adeudan cerca de 130 mil millones de dólares.

Ante estas realidades y la necesidad que tiene México importar alimentos (granos, carne, lácteos) de Estados Unidos y Canadá, Chicoche seguramente cantaría “Quien pompó”.

Barcos y estímulos varados. El comercio de hidrocarburos abarca el 84% del intercambio entre México y Estados Unidos. Y ese es uno de los puntos clave de la controversia: la Comisión Reguladora de Energía, a cargo de Leopoldo Melchi, ha negado sistemática la renovación de permisos de importación a empresas estadounidenses, al tiempo que el Servicio de Administración Tributaria retarda el pago del incentivo fiscal a los importadores y distribuidores privados de combustibles; estos son los dos mecanismos que son acusados de discriminatorios por parte de EU y de Canadá, pues acusan que ello otorga a Pemex la oportunidad de desplazar a las firmas privadas ante una creciente importación de combustibles…, paradójicamente luego de que la SHCP, a cargo de Rogelio Ramírez de la O, ha transferido más de 500 mil millones de pesos en tres años sin que ello se refleje en una mayor producción de crudo y refinación.

Sin embargo, al desplazar a empresas como Valero, Exxon, Mobil, Trafigura o Shell, Pemex no ha podido hacerse cargo del paquete: más de 40 barcos frente a los puertos del Golfo de México que no pueden descargar combustible —con un costo operativo de 2.2 millones de dólares diarios— muestran de nuevo la carencia crónica de instalaciones para almacenamiento. En otras palabras: quitan competidores, pero no pueden con el paquete.

Los toques de Bartlett. El director de la Comisión Federal de Electricidad evade visitar Estados Unidos: sabe que la DEA espera su arribo para ajustar viejas cuentas. Pero mientras en México se siente relativamente seguro, a pesar de que su deficiente desempeño ha llevado a una situación de falta de generación y de construcción de redes de distribución de electricidad, al aumento desaforado de tarifas residenciales e industriales, pero también al incumplimiento de órdenes explicitas de Palacio Nacional. ¿Quiere saber cuáles?

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