La nueva es que el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) podrá tener su conexión en el Golfo de México, pues la Secretaría de Marina, a cargo de José Rafael Ojeda, asignó la construcción del tramo Coatzacoalcos-Palenque a la portuguesa Mota Engil que encabeza Gonçalo Moura, con lo que por primera vez en la historia quedarían vinculadas por vía férrea el sureste desde Palenque, Chiapas, hasta Salina Cruz, Oaxaca.
Y ello será posible porque los expertos de la Marina hicieron a un lado la consigna de “austeridad republicana” y lograron… ¡un precio más barato!
La obra, se cuyo nombre técnico es Tramo FA, se licitó en mayo pasado junto con la ruta férrea Ixtepec (Oaxaca) a Ciudad Hidalgo (Chiapas) denominado Tramo K; ambas fueron declaradas desiertas porque el valor promedio de las ofertas presentadas —como aquí le informamos— superó en 134.2% el valor promedio del presupuesto estimado por la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes, a cargo de Jorge Arganis. Sin embargo, tanto Semar como los administradores del Corredor Interoceánico, a cargo de Rafael Marín Mollinedo, encontraron la fórmula para hacer a un lado una consigna de austeridad que a la fecha es la más costosa.
Y fue que en lugar de hacer un concurso o asignación sobre precios alzados (inamovibles para el contratista, y en teoría más baratos para el Estado), la asignación se hizo cambiando la fórmula a precios unitarios que permite ajustar el presupuesto en base a la demostración fehaciente de la inflación de materiales como metal, concreto, agregados y mano de obra.
Con ese cambio, Mota Engil, que aquí dirige Joao Parreira, nos dicen fuentes del más alto nivel armado, hizo un descuento de 30%, por lo que el precio de construir vías y puentes bajó de un precio de concurso de unos 27,500 millones de pesos a 19,250 millones de pesos: la diferencia de casi 8,250 millones de pesos es el precio con que Mota se cubría tanto de inflación en insumos como de rezagos en pagos.
Quizá ese margen se consuma si la inflación se mantiene o falla la gestión presupuestal… o puede que no, o no todo. Lo importante es que se hace a un lado un precepto de narrativa oficial que impedía completar una de las obras de conectividad terrestre más importantes en México en décadas.
Cachan cochinero de Dyna Resource en Sinaloa. Lo que temían pobladores del municipio de Sinaloa de Leyva, sucedió: la semana pasada se derramó la presa de jales mineros donde vierte sus químicos tóxicos la mina de oro de San José de Gracia que opera la estadounidense Dyna Resource, propiedad de Koy W. Diepholz y el prominente empresario Mathew K. Rose.
Los químicos de la presa se derramaron y están yendo al río Evora que abastece de agua a diversas comunidades incluida Guamúchil. Ya desde hace cuatro años pobladores del lugar advirtieron que la presa de jales —donde se almacenan los desechos tóxicos de la mina—, no cumplía con las medidas de seguridad de construcción y distancia del río que abastece de agua potable a las ciudades y municipios principales del estado.
Ya la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa), a cargo de Blanca Alicia Mendoza, así como la Comisión Nacional del Agua (Conagua), que lleva Germán Arturo Martínez, han tomado conocimiento de los hechos y se espera se proceda a la suspensión de actividades de la mina en cualquier momento.
Guardia Nacional, en alianza con ANERPV. Una demostración clara que la alianza entre el Estado y la iniciativa privada es provechosa para los ciudadanos es el convenio de capacitación y certificación de identificación vehicular que la Asociación Nacional de Empresas de Rastreo y Protección Vehicular (ANERPV), que preside David Román, firmó con la Guardia Nacional, al mando de Luis Rodríguez Bucio, a fin de fortalecer las estrategias para enfrentar la delincuencia que afecta al transporte de carga en las carreteras del país, y el robo de vehículos en general. Con ello, se busca profesionalizar al capital humano de la Guardia Nacional, de la Secretaría de la Defensa (Sedena) y de la Semar encargados de atender emergencias en el ascendente delito de robo de autos y mercancías.