Cómo sobrevivir una guerra nuclear

DESDE EUROPA

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: La Razón de México

Un estudio científico presentado en la revista inglesa Nature Food, asegura que una guerra nuclear provocaría la muerte de más de 5 mil millones de personas y el impacto sería menor en países que tengan una característica en común, el suministro de alimentos.

En caso de que se desate una guerra nuclear entre potencias mundiales, la hambruna sería la causante de miles de millones de muertes. El estudio liderado por la investigadora Lili Xia plantea seis escenarios diferentes de enfrentamientos entre países que cuentan con arsenal nuclear, como Pakistán e India y hasta el conflicto más reciente entre Estados Unidos y Rusia, que podría escalar a una guerra mundial. En estos escenarios la falta de alimentos sería uno de los principales problemas que enfrentarían los humanos sin importar el nivel de conflicto bajo el uso de armas nucleares.

Los cambios climáticos tras una guerra nuclear afectarían los sembradíos de maíz, arroz, trigo y soja, los bancos de pesca y las tierras para el ganado, causando una crisis alimentaria que afectaría a todos los habitantes del mundo. Los resultados muestran que, en el peor de los escenarios, 75% de la población mundial sufriría la hambruna. Los países más afectados serían los que se ubican en latitudes medias y altas y, sobre todo, aquellos que dependen de la importación de alimentos.

Esta investigación señala que Australia y Nueva Zelanda serían las naciones menos afectadas en el suministro de alimentos, ya que mantienen un sistema de autosuficiencia alimentaria y su dieta, a base de trigo, no se vería tan afectada como otras naciones que basan su dieta en el arroz. Sin embargo, no podemos dejar de lado que, en caso de una guerra y una crisis alimentaria, el desplazamiento de refugiados a estas naciones sería inevitable.

Aparte de los efectos de una guerra nuclear entre dos o más naciones, el impacto climático es la variante que pone en riesgo a toda la humanidad, tras el uso de estas armas de destrucción masiva. La capa de ozono se vería muy afectada y esto acabaría por aumentar la radiación y el calor, efectos del cambio climático que ya estamos sufriendo. La producción de alimentos tendría que adaptarse a condiciones aún desconocidas y sería imposible mantener el abasto actual de alimentos.

Ante este panorama, resulta prioritaria la estrategia del gobierno mexicano para alcanzar la autosuficiencia alimentaria en el país. El abandono del campo mexicano en gobiernos panistas y priistas tuvo un impacto profundo en la disminución de la producción de alimentos y la venta del campo a grandes empresas que acaparan todo el sector deben revertirse para alcanzar esta llamada soberanía alimentaria.

Este estudio demuestra la importancia de un modelo de autosuficiencia alimentaria no sólo para sobrevivir una guerra nuclear, sino para asegurar la alimentación de los ciudadanos. La realidad actual es que en México faltaría un sexenio más con una visión de rescate a la producción de alimentos para lograr la esperada autosuficiencia alimentaria que mucha falta hace en el país.

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