El progreso económico, la capacidad para producir más (dimensión cuantitativa) y mejores (dimensión cualitativa), bienes y servicios, para un mayor número de gente (dimensión social), es el resultado de la concatenación de ocho componentes: (i) división del trabajo; (ii) mercado; (iii) afán de lucro; (iv) empresarialidad; (v) investigación científica; (vi) desarrollo tecnológico; (vii) capital; (viii) Estado de Derecho.
Ya vimos en qué consiste la división del trabajo, qué es el mercado, por qué el afán de lucro de los empresarios es componente del progreso económico, la importancia de la empresarialidad, cómo ésta depende de la investigación científica y del desarrollo tecnológico, y por qué, sin capital, no hay manera de producir satisfactores. Toca el turno al Estado de Derecho, el octavo elemento.
El Estado de Derecho es el gobierno de las leyes justas, aquellas que reconocen plenamente, definen puntualmente y garantizan jurídicamente los derechos de las personas, Estado de Derecho que, además de las leyes justas, está compuesto por autoridades honestas y eficaces, capaces de hacer valer esas leyes.
Altán, competencia sucia en celulares
El Estado de Derecho aplicado a la economía implica reconocer plenamente, definir puntualmente y garantizar jurídicamente los derechos de los agentes económicos a la libertad individual para, por un lado, producir, ofrecer y vender, y, por el otro, demandar, comprar y consumir, y a la propiedad privada sobre, por un lado, los medios de producción necesarios para poder producir, ofrecer y vender, y, por el otro, los ingresos necesarios para poder demandar, comprar y consumir, todo lo cual supone, por ejemplo, que no se expropien empresas privadas y que no se cobren impuestos con fines redistributivos.
El Estado de Derecho es el marco institucional que mejor potencia la capacidad, de entrada de los empresarios, para producir más y mejores, bienes y servicios, para un mayor número de gente. Es el marco institucional que más potencia el progreso económico en beneficio de los consumidores, Estado de Derecho que, aplicado a la economía, da como resultado la economía de mercado en el sentido institucional del término.
En el sentido literal del término son de mercado las economías en las cuales el intercambio (y el mercado es la relación de intercambio entre compradores y vendedores), es la actividad económica central, en torno a la cual giran las demás, de tal manera que se produce para vender y se compra para consumir.
En el sentido institucional del término son de mercado las economías en las cuales los derechos de los agentes económicos, a la libertad individual y a la propiedad privada, están plenamente reconocidos, puntualmente definidos y jurídicamente garantizados.
En la primera entrega escribí que los ocho elementos del progreso económico dan como resultado a la economía de mercado en el sentido institucional del término, que tiene que ver con el Estado de Derecho, que es el Estado de Justicia, en el cual el gobierno respeta, y hace respetar, los derechos de las personas, y en eso consiste la justicia: en la virtud por la que respetamos los derechos de los demás.
¿Cuál debe ser la aportación del gobierno al progreso económico? El Estado de Derecho, el Estado de Justicia, la seguridad jurídica, las más importe de todas las seguridades.