Quizás usted también leyó, escuchó o vio la noticia: un estudiante de una secundaria de la alcaldía Iztapalapa fue lesionado con varias puñaladas por uno de sus compañeros en el salón de clases.
Por supuesto que los tres párrafos son escandalosos. Pero, déjeme matizarle el tema, porque sí, sí es escandaloso, aunque las cosas no sucedieron como se las contaron y… podría ser peor de lo que supo.
De primera mano le puedo asegurar lo siguiente: sí, efectivamente, un joven usó un arma punzocortante para agredir a uno de sus compañeros de escuela. La historia inició un día antes.
El muchachito le contó a uno de sus profesores que al día siguiente sería famoso y saldría en la televisión. Ah jijo, vaya anuncio, vaya declaración.
Al otro día, el 20 de octubre pasado, por la mañana, tomó un cuchillo de la cocina de su casa, lo metió en su mochila y se fue a la escuela. Estaba en clase cuando sin más aviso, sacó el arma e intentó agredir en la nuca al compañero de enfrente. El joven —según versiones recabadas por este Duende— era su amigo y entre ambos no había historial de rencillas, deferencias o desencuentros.
Según cuenta la maestra que estaba a cargo del grupo en ese momento, el muchacho agredido esquivó el cuchillazo y afortunadamente sólo le ocasionó un rasguño en el cuello que más tarde requirió una puntada y no fue hospitalizado. No hubo diversas puñaladas.
Cuando el agresor quiso asestar un segundo cuchillazo, la maestra se abalanzó sobre él y logró detenerlo interponiendo su propia integridad física. Bien por la educadora.
Tras el incidente que vio todo el salón —y esto es sorprendente— la víctima cuestionó al joven agresor sobre su actitud e incluso le dio un abrazo. Así como lo lee. Lo abrazó preguntando si se encontraba bien.
Enseguida, la maestra llevó al estudiante agresor a la dirección y llamaron a sus padres quienes se apersonaron de inmediato. Ese día, la historia concluyó alrededor de las 20 horas, cuando éste y sus padres salieron del sitio en el que les dieron atención especializada.
Hay que estar muy cerca de nuestros jóvenes, escucharlos y atenderlos. Uno nunca sabe qué pasa por su mente, pero sí podemos prestarles la mayor atención posible y acompañarlos en su desarrollo, para evitar que sus acciones puedan terminar en episodios como éste, en la antesala de una tragedia.
En el baúl. De los creadores de “no somos iguales” —son peores— el cierre de administración del presidente de la Corte, Arturo Zaldívar, está siendo usado por sus cercanos para colocar a nuevos administradores regionales del Consejo de la Judicatura en las principales y más cotizadas ciudades del país. Y ni qué decir de la incorporación a la nómina de un abogado “tiktokero” para que se sume a los aplausos en las redes. O de los aumentos de sueldo y ascensos que se han gestionado de última hora tanto en el Consejo como en la Corte. Ni modo que no se vayan sin comisiones ni bonos y sueldos más altos. Es el año de Hidalgo.
Basta por hoy, pero el próximo lunes… ¡regresaréeeeeeeee!