Ha tenido amplia difusión la forma en que en el bar Hookah, ubicado en Santa Fe, en el poniente de la Ciudad de México, una jovencita recibió una droga en una discoteca, perdió el conocimiento y fue encerrada en una bodega que se encontraba en los baños.
Localizaron a la joven horas después, porque las amigas de la chica desaparecida le hablaron a su mamá para decirle que no la encontraban y ésta llegó al lugar a buscar a su hija, aun cuando los trabajadores del bar le aseguraban que ahí no estaba.
Afortunadamente, la joven aún conservaba su celular y su madre tenía la certeza que había estado en ese lugar.
“Nuestros hijos no están seguros en ningún lugar”, es parte de lo que advierte una madre a través de un audio que circula en redes sociales.
Los empleados del lugar aseguraron que la joven ya se había ido, que habían revisado y que no la habían encontrado, pero el lugar pudo ser inspeccionado de nuevo gracias a la intervención de la administradora de la plaza comercial donde se encuentra el Hookah y presionó para que le abrieran para buscar a la adolescente.
Comenzaron a buscar en los baños del bar, donde la administradora encontró en el rincón una puerta muy pesada que, con mucho trabajo, fue abierta, ni siquiera por completo, pero que ayudó para meter la cabeza y descubrir que entre los bultos estaba la joven, que desde hace horas era buscada.
La madre la llamó y en ese momento, confundida y adormilada, la chica respondió y fue llevada a un hospital donde le practicaron exámenes toxicológicos, no encontraron ningún rastro de alguna sustancia, parecía que estaba limpia.
Sin embargo, una doctora especialista en este tema del Hospital Los Ángeles, indicó a la madre que en la mayoría de los casos usan escopolamina para abusar de las jóvenes. Es una sustancia que altera las funciones del cerebro y algunas personas la utilizan para inhibir la voluntad de una persona y cometer cualquier tipo de acto ilícito. El alcaloide afecta directamente al sistema nervioso central y en dosis altas es mortal, más aún si es mezclado con alcohol.
En sólo minutos, la persona experimentará somnolencia, desorientación y no coordina la motricidad. Además, el cuerpo se siente pesado, las pupilas se dilatan y en algunos casos hay taquicardia.
Este tipo de casos son mucho más comunes de lo que nos pudiéramos imaginar.
Todos estamos expuestos a que una salida de ocio de nuestros hijos o hijas pueda convertirse en tragedia.
Porque además, los establecimientos luego no cumplen con todas las medidas de seguridad, por ejemplo, en el Hookah las cámaras de seguridad que se encuentran afuera del baño no servían.
Y es que en estos antros deben de saber, para estar atentos, que son muchas las drogas que existen para que se pierda la voluntad.
Toman cartas en el asunto
Cuando se consumen estas drogas, que a cualquiera le pueden mezclar en su bebida, se pierde la voluntad y causan sueño. Así, los delincuentes aprovechan para robar, abusar sexualmente o secuestrar a alguna víctima.
En México, se registran constantemente casos de jóvenes que fueron drogadas a través de las bebidas alcohólicas.
La mayoría de las drogas usadas para abusar sexualmente se eliminan del organismo en menos de 12 horas; después de ese tiempo, la única posibilidad para detectar alguna sustancia es con un examen capilar, que se realiza en centros especializados.
Entre las drogas de uso frecuente se encuentran: benzodiazepinas, carisoprodol o la MDMA o droga del amor y ácido gamma hidroxibutirato (éxtasis).
Otra droga para este fin puede ser GHB, conocida también como “éxtasis líquido” (depresor del sistema nervioso central), que puede causar inconciencia.
El GHB es relativamente fácil de adquirir. Se utiliza en polvo y de manera líquida, por lo que esta droga puede ser utilizada en objetos tangibles como revistas, folletos, tarjetas o bebidas.
¿Qué es el GHB y sus análogos?
El ácido gamma-hidroxibutírico, ácido 4-hidroxibutanoico, ácido oxíbico o GHB, es una sustancia que se produce de forma natural, en pequeñas cantidades, en las células del sistema nervioso central.
Tiene usos terapéuticos como medicamento para controlar los síntomas de la narcolepsia, el insomnio o la excesiva somnolencia diurna. También se utiliza para mejorar el rendimiento atlético.
Los nombres más comunes para el GHB son: Georgia Home Boy, G, Goop, Grievous Bodily Harm, Gina y Liquid Ecstasy.
Los efectos del GHB y sus análogos dependen de la dosis administrada. Puede provocar náuseas, vómitos, delirios, depresión, mareos, alucinaciones, convulsiones, pérdida de conciencia, amnesia; incluso un estado de coma y la muerte.
El grado de intoxicación o que incluso puede llevar a la muerte a quien lo ingiera, depende de la cantidad de droga y del peso de la persona que lo consuma.
Cuando se pone en líquidos es difícil de controlar la cantidad que la víctima pueda ingerir.
La mezcla de esta sustancia con alcohol es particularmente peligrosa, ya que aumenta los efectos depresivos de la droga.
Tras consumir esta sustancia, los efectos aparecen entre los 10 y los 30 minutos y duran entre 2 y 4 horas.
De acuerdo con la Drug Abuse Warning Network, de Estados Unidos, 58 por ciento de las víctimas de GHB, reportadas en las salas de emergencia, corresponden a personas de entre 18 y 25 años de edad.
A esta realidad y temor nos enfrentamos cada que salimos o abordamos un taxi.
No sólo es el GHB; los criminales utilizan varias sustancias, como la mefedrona, rohypnol o ketamina para drogar a sus víctimas.
El GHB está prohibido en prácticamente toda Europa, y está sometido a control en España, motivo por el cual se adquiere a través de terceros países de forma clandestina a través de Internet.
No sabemos realmente cuál fue la substancia que se le dio a la joven que estaba en el Hookah, lo que sí sabemos es que cada día hay más casos de gente que ha sido intoxicada, ya sea en un bar o en un taxi, y que su vida corre peligro, y nadie estamos exentos de que nos pueda suceder.