La AFAC puede ser autofinanciable… y sin Rusia

GENTE DETRÁS DEL DINERO

Mauricio Flores*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

Es sintomática la participación del embajador de México en EU, Esteban Moctezuma, para allanar el acuerdo entre la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, a cargo de Jorge Nuño, y el Departamento de Transporte, que lleva Pete Buttigieg, para que, luego de 18 acuciantes meses, se estableciera un Corrective Action Program para que la Federal Administration Aviation (FAA) acompañe a la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) y resolver 29 nuevos “hallazgos” o deficiencias detectadas a la autoridad aérea mexicana para así recuperar la ansiada Categoría 1.

Tomó casi dos años y una afectación de casi 2.8 mil millones de dólares a la industria mexicana de aviación para reorientar el trato con Estados Unidos, casi 2.5 millones de asientos/pasajero que estima Francisco Madrid —director del Centro Investigación y Competitividad Turística Anáhuac— perdieron las aerolíneas de bandera mexicana en año y medio de degradación de categoría.

Así, la participación activa del embajador Moctezuma mostró que la recuperación de la Categoría 1 para México es básicamente política dentro de su estructura esencialmente técnica…, y que pasó previamente por la descalificación que el canciller Marcelo Ebrard hizo hace menos de un mes del acuerdo de cooperación (festinado por el propio Vladimir Putin) con el cual el gobierno ruso podría desplegar en territorio mexicano el servicio de navegación aérea satelital Glonass.

El sistema de 27 satélites (que opera por ejemplo en Nicaragua) permite registrar y rastrear aviones o aparatos espaciales en los territorios donde se le permite operar. Los sistemas Homeland de EU se percataron de un tosco acuerdo de la Agencia Espacial Mexicana con Rusia que permitía tal operación —un experto como Javier Tejado lo habría catalogado como un estilo “Tipo Capulina Espía”— que en consecuencia dejó abierta todo tipo de suspicacias al gobierno de Joe Biden sobre las consecuencias que tendría que los aviones mexicanos hacia y desde EU fueras seguidos y registrados por satélites de un enemigo que busca doblegar a Europa Occidental.

Por supuesto, también están los aspectos técnicos a los que la delegación mexicana en Washington se comprometió para ir de la mano con la FAA…, como que Miguel Enrique Vallín, como nuevo responsable de la AFAC, transmitirá asuntos complejos al diálogo ente de alto nivel y que funcionará dentro de un Corrective Action Program que, entre otras cosas, tomará en cuenta los recursos asignados a la autoridad aérea mexicana

Autosuficiencia para AFAC. Uno de los aspectos cruciales para recuperar la Categoría 1 pasa por fortalecer la estructura financiera de la AFAC. Durante la gestión de Carlos Rodríguez, cayó en 40% las asignaciones presupuestales y se aplicó una política de austeridad a rajatabla que terminó por atrofiar las capacidades técnicas y de contratación de servicios de terceros autorizados para las inspecciones técnicas y financieras de aerolíneas y servicios de mantenimiento y suministro. Un técnico en mecánica de turbinas en la AFAC llegó a ganar la mitad de lo que le pagarían en el sector privado.

Independientemente del aumento presupuestal para 2023 hace llegar los dineros a casi 700 millones de pesos, los recursos son insuficientes para la autoridad aérea mexicana. El compromiso de la SICT con la FAA es que la mejora de recursos sea suficiente y sostenible; por ello, una de las propuestas que tendrá que pasar por la Cámara de Diputados y la SHCP, de Rogelio Ramírez de la O, es que se le permita a la AFAC usar entre 65% y 50% de los ingresos propios que recibe por servicios a la industria aérea, con lo cual es autofinanciable.

¿Qué pasaba antes? Pues sus ingresos iban directamente a la Tesorería de la Federación, a cargo de Elvira Concheiro, y de ahí a la caja negra del gasto público. Hoy la exigencia es que tenga recursos propios para recuperar el terreno perdido.

Economía, cambio hasta de abogados. Con el cambio de toda la plantilla de subsecretarios y directores de la Secretaría de Economía con el arribo de Raquel Buenrostro, también se ve venir el cambio del despacho de abogados para asistir en asuntos de tratados comerciales internacionales. Con la hoy exsubsecretaria del ramo Luz María de la Mora, se contrató al despacho Curtis Mallet-Prevost Colt & Mosle en un costo estimado de 1 millón de dólares. Con el arribo de Alejandro Encinas Nájera a esa posición, se espera se reasigne el servicio a Pillsbury Winthrop Shaw Pittman…, que, se dice, saldría algo más carito.

Veremos.

Temas: