Los 20 de noviembre

ENTRE COLEGAS

Horacio Vives Segl*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: larazondemexico

Tradicionalmente, en México los aniversarios del inicio de la gesta de emancipación contra el régimen autoritario de Porfirio Díaz suelen eclipsar cualquier otra efeméride.

En efecto, el inicio de la Revolución Mexicana —la primera gran revuelta social del siglo XX en América Latina— tiende a ser una destacada conmemoración con la que se lucró políticamente para ensalzar al régimen emanado de la Revolución, al partido político hegemónico encargado de dirigir durante siete décadas la vida pública del país y esparcir su ideología, más nacionalista que revolucionaria… y ahora también se utiliza —a conveniencia— para resaltar una imagen algo retorcida de uno de los primeros próceres y víctimas de la Revolución, Francisco I. Madero; y por otro lado —y contradictoriamente—, el tradicional desfile se da en medio de una gran polémica sobre la profundización de la vocación militarista del actual Gobierno.

Pero más bien me quiero referir a otras conmemoraciones que coinciden con esa fecha. Este año, en particular, la inauguración del Campeonato Mundial del Futbol, competencia que se celebra cada cuatro años y que suele tener lugar durante el verano septentrional, pero al realizarse por primera vez en un país de Medio Oriente, dadas las insoportables condiciones climáticas de Qatar en el verano, fue imperante retrasarlo a esta altura del año. Como se sabe, hubo y sigue habiendo una enorme polémica por la designación de la sede, así como por los severos conflictos laborales durante la construcción de los estadios y en general de la infraestructura para albergar un evento comercial y turístico de semejante magnitud. Pero a últimas fechas lo que más ha resaltado es la crítica a las constantes violaciones a los derechos humanos en ese país —uno de ese vergonzoso puñado que conserva un régimen político propio del medioevo, la monarquía absoluta—, particularmente contra las mujeres, los inmigrantes extranjeros y la población LGBT+ (la homosexualidad es considerada ilegal). Dicho enfáticamente lo anterior, es de cualquier modo indudable el entusiasmo que el evento genera globalmente. Una temporada, cada cuatro años, en la que el mundo vuelca su interés en una de las competencias deportivas más populares en el planeta.

En esa lógica, recupero dos conmemoraciones en 20 de noviembre que resultan relevantes porque justamente tienen que ver con la lucha de colectivos y poblaciones por su visibilización y la conquista y consolidación de sus derechos. En Brasil, se recuerda que en 1695 fue asesinado Zumbí, líder de Quilombo dos Palmares e ícono de la lucha y resistencia contra la esclavitud en esa nación, por lo que se ha instaurado como el Día de la Conciencia Negra, tendiente a la plena integración de todas las personas de origen étnico negro a la sociedad brasileña, sin ningún tipo de discriminación y en igualdad sustantiva.

La otra conmemoración tiene que ver con el Día Internacional de la Memoria Trans. Su origen se remonta a 1998, en homenaje a Rita Hester, una mujer trans asesinada en Boston, Massachusetts. Se debe a Gwendolyn Ann Smith, también transexual, que el 20 de noviembre sea el día internacional destinado a recordar a todas las víctimas de agresiones y crímenes contra uno de los colectivos históricamente más agredidos, entre los que conforman la diversidad sexogenérica.

Finalmente, es de señalarse que este domingo 20 de noviembre falleció en Argentina la activista Hebe de Bonafini, fundadora y presidenta de las Madres de la Plaza de Mayo, una de las organizaciones en defensa de los derechos humanos que con mayor coraje y valentía se enfrentó a la atroz dictadura militar de 1976-1983.

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