Se encuentra en condición de pobreza laboral quien no es capaz de generar un ingreso suficiente para comprar la canasta básica alimentaria. Según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, Coneval, durante el tercer trimestre del año en condición de pobreza laboral se encontró, a nivel nacional, el 40.1 por ciento de la población ocupada, 53.2 a nivel rural, 36.0 a nivel urbano, lo cual implica una buena y una mala noticia.
La buena noticia es que el resultado del tercer trimestre de 2022 fue mejor que el del tercero de 2021, durante el cual, a nivel nacional, el 40.7 por ciento de la población ocupada, 53.9 a nivel rural, 36.6 a nivel urbano, se encontró en condición de pobreza laboral. Un año después los porcentajes bajaron, respectivamente, a 40.1, 53.2 y 36.0. En términos anuales las cosas mejoraron.
La mala noticia es que el resultado del tercer trimestre fue peor que el del segundo, a lo largo del cual, a nivel nacional, el 38.3 por ciento de la población ocupada, 52.0 a nivel rural, 33.9 a nivel urbano, se encontró en condición de pobreza laboral. Un trimestre después los porcentajes aumentaron, respectivamente, a 40.1, 53.2 y 36.0. En términos trimestrales las cosas empeoraron.
¿Cuál es el resultado si comparamos el tercer trimestre de 2022 con el primero de 2020, antes del inicio del Covid? Durante el primer trimestre de 2020, a nivel nacional, el 36.3 por ciento de la población ocupada, 50.3 a nivel rural, 32.3 a nivel urbano, se encontró en condición de pobreza laboral. A lo largo del tercero de 2022 los porcentajes fueron, respectivamente, 40.1, 53.2 y 36.0. No hemos recuperado los niveles prepandemia.
¿Cuál es el resultado si comparamos el tercer trimestre de 2022 con el tercero de 2018, antes del inicio de la 4T? A lo largo del tercer trimestre de 2018, a nivel nacional, el 40.2 por ciento de la población ocupada, 55.6 a nivel rural, 35.1 a nivel urbano, se encontró en condición de pobreza laboral. Durante el tercero de 2022 los porcentajes fueron, respectivamente, 40.1, 53.2 y 36.0. A nivel nacional y rural las cosas mejoraron. A nivel urbano empeoraron.
Independientemente de con qué período comparemos los resultados del tercer trimestre de 2022, en términos absolutos es preocupante y vergonzoso que el 40.1 por ciento de la población ocupada no sea capaz de generar el ingreso que le permita comprar la canasta básica alimentaria, siendo el ingreso el producto del trabajo, lo cual nos deja claro que uno de los principales problemas en la economía mexicana es la insuficiente generación de ingreso (no su injusta distribución, que no tiene lugar), por lo que uno de los principales retos es lograr la suficiente generación del mismo, para lo cual deben cumplirse dos condiciones: (i) elevar la productividad de los trabajadores; (ii) que la demanda de trabajo de parte de los empleadores sea mayor que su oferta de parte de los trabajadores. Para superar el primero se necesita invertir más, mucho más, en capital humano (conocimientos, habilidades y actitudes), para superar el segundo se requiere invertir más, mucho más, en capital físico (instalaciones, maquinaria y equipo), formación, acumulación y mejora de capital, de cualquier tipo, que es la clave del progreso económico, tema del próximo Pesos y Contrapesos.