Para derrotar el cáncer

BAJO SOSPECHA

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: larazondemexico

Lo más importante que ha ido desarrollando la ciencia para poder prevenir enfermedades son las vacunas. Miles de personas mueren al año diagnosticadas con cáncer.

Nueva vacuna es la esperanza para miles

Las acciones de Merck y Moderna subieron el 13 de diciembre, después de que los fabricantes de medicamentos anunciaran que están desarrollando una vacuna contra el cáncer de piel.
Las acciones de Merck y Moderna subieron el 13 de diciembre, después de que los fabricantes de medicamentos anunciaran que están desarrollando una vacuna contra el cáncer de piel. ı Foto: AP

Recientemente el laboratorio Moderna anunció resultados prometedores en pruebas preliminares de su vacuna contra el cáncer que, al combinarse con un tratamiento de la compañía biofarmacéutica estadounidense Merck & Co. y Ridgeback Biotherapeutics, ayudó a pacientes a evitar la reaparición del cáncer de piel, o melanomas, tras ser operados.

La vacuna utiliza la tecnología del ARN mensajero, la misma que Moderna utilizó para desarrollar su vacuna contra la Covid-19, y la empresa cree que puede aprovecharla para personalizar tratamientos contra el cáncer. En este caso, la vacuna se ha combinado con pembrolizumab, medicamento desarrollado por Merck y muy eficaz para tratar el cáncer.

Las empresas explicaron que este tratamiento redujo 44% el riesgo de los pacientes a recaer o morir, en comparación cuando sólo se utiliza pembrolizumab. En pocas palabras lo que logró fue, y se pretende mejorar, es la capacidad del sistema inmunitario del cuerpo para ayudar a detectar y combatir las células tumorales.

El ARN mensajero (ARNm) es una molécula que lleva las instrucciones de una célula para elaborar proteínas que estimulan una respuesta inmunitaria contra las proteínas que aparecen en virus intactos o en células tumorales.

Desde hace una década ya se investigaba para tratar el cáncer, pero sólo lo hacían en pequeños ensayos ya que la tecnología de esos años permitía que la producción de vacunas tardara entre 10 y 15 años.

Fue hasta que apareció el Covid-19 que se impulsó esta investigación. Pfizer-BioNTech y Moderna tardaron menos de un año en desarrollar una vacuna, gracias a las investigaciones previas contra el cáncer.

Ambos laboratorios adelantaron que discutirán los resultados con las autoridades reguladores de Estados Unidos y en 2023 realizar un estudio Fase III con pacientes con melanoma.

Stéphane Bancel, director ejecutivo de Moderna, anunció que la compañía realizará un estudio más amplio para confirmar estos datos y con otros ensayos sobre melanomas y otros tipos de cáncer.

Las vacunas contra el cáncer utilizan principalmente antígenos (sustancia que produce anticuerpos, debido a que el sistema inmunitario lo reconoce como extraño para el cuerpo) asociados al tumor. La vacuna podría provocar tanto una inmunidad celular específica como una respuesta inmunitaria para impedir el crecimiento del tumor y erradicar las células tumorales.

El melanoma es la forma más grave de cáncer de piel que se caracteriza por el crecimiento descontrolado de células productoras de pigmento. Las tasas de este padecimiento han aumentado en las últimas décadas, con casi 325 mil casos nuevos diagnosticados en todo el mundo en 2020.

En Estados Unidos, el melanoma es uno de los tipos de cáncer más comunes diagnosticados y representa la principal causa de muerte por cáncer. Se estima que habrá cerca de 100 mil nuevos casos de melanoma diagnosticados y casi ocho mil muertes como resultado de la enfermedad en ese país sólo en 2022. Las tasas de supervivencia a cinco años se estiman en 60.3% para el estadio III y 16.2% para el estadio IV.

Este anuncio hizo que el pasado martes 13 de diciembre las acciones de Moderna subieran 19.63% en el NASDAQ, para cotizarse en 197.54 dólares cada una.

Otro caso de éxito en terapias para tratar el cáncer ocurrió recientemente en Reino Unido, donde médicos del Hospital Great Ormond Street lograron curar la leucemia linfoblástica a una niña de 13 años llamada Alyssa, con una innovadora técnica de ingeniería biológica con el que crearon un “medicamento vivo”.

Alyssa se convirtió en la primera persona en el mundo en curarse de leucemia, pero antes ya había sido sometida sin éxito a quimioterapia y a un trasplante de médula ósea, por lo que someterla a revolucionaria terapia era su única opción para vivir.

El tratamiento se conoce como edición de base y consiste en modificar genéticamente el ADN del paciente para generarle células que cacen y destruyan las células cancerígenas en el cuerpo de Alyssa.

Actualmente, hay ensayos sobre vacunas para cáncer de páncreas, cáncer de colon y mama. La primera vacuna contra este padecimiento empezó a desarrollarse en 1980 para combatir el cáncer colorrectal. Para 2010 se obtuvo una prometedora vacuna contra el cáncer de próstata.

El cáncer es una enfermedad tan cruel, repentina y difícil de curar que ha llamado la atención de médicos y científicos de todo el mundo. Desde hace casi 30 años en Cuba se inició un estudio y se desarrolló una vacuna contra el cáncer de pulmón.

Se creó en el Centro de Inmunología Molecular (CIM) y ha llamado la atención de varios países de todo el mundo, incluida la de Estados Unidos.

Se llama CIMAvax, y aunque sea llamada vacuna, es importante precisar que el medicamento no previene la enfermedad como una vacuna tradicional, sino que impide su crecimiento, actuando más como un tratamiento, prolongando la vida de pacientes en etapas avanzadas de esta enfermedad.

Las más de cinco mil pruebas hechas en pacientes menores de 60 años, obtuvieron una supervivencia media de 18 meses en los vacunados, en comparación con los 7 meses para los no vacunados. Los investigadores precisaron que CIMAvax no ataca directamente al cáncer, sino que perjudica su crecimiento, algo que el cáncer necesita para sobrevivir.

Aunque Cuba y Estados Unidos mantienen diferencias políticas desde hace más de 50 años, ya existen acercamientos con la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para colaborar con el Instituto del Cáncer Roswell Park en Buffalo, Nueva York, para que en un futuro se apliquen las primeras pruebas en Estados Unidos.

Además, Roswell Park y el CIM cubano ya avanzan en una vacuna nueva para el cáncer de sangre.

Sobre el cáncer de mama, una investigación publicada en la revista JAMA Oncology informó que un estudio realizado a 76 mujeres con cáncer de mama, logró que el 80% de las pacientes tratadas obtuvieran 10 años más de vida después de ser vacunadas. Esto es 50% más que lo obtenido con tratamientos de quimioterapias o radiación, aunque son resultados preliminares, la idea es sustituir estos tratamientos por la vacuna.

De toda tragedia se aprende y ahora con la pandemia del Covid que se tuvieron que hacer estudios muy serios, se ha logrado detectar que se podría tener una vacuna para disminuir los riesgos de contraer cáncer.

Todavía hay un largo camino de investigación, pero de tener una vacuna contra el cáncer en el mercado sería una extraordinaria noticia y eso es en lo que se está trabajando y se han obtenido resultados positivos.

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