Fue insistente el reclamo por la intromisión del presidente Andrés Manuel López Obrador en Perú, tras la destitución y encarcelamiento de su entonces homólogo Pedro Castillo, que el gobierno de ese país ordenó la tarde de ayer la inmediata expulsión del embajador de México, Pablo Monroy y le dio 72 horas para abandonar Lima, por la clara violación al principio de no intervención de parte del tabasqueño de criticar al congreso y las leyes peruanas.
Señala el comunicado oficial que “las declaraciones del presidente mexicano resultan especialmente graves, en circunstancias en las que el país enfrenta una situación de violencia incompatible con el ejercicio del legítimo derecho que asiste a toda persona de manifestarse pacíficamente”, y reitera su vocación de diálogo y cooperación entre los Estados, sobre la base del respeto mutuo y la plena vigencia del Derecho Internacional.
DE ESTO Y DE AQUELLO…
La decisión del gobierno de Perú, de expulsar al embajador de México, era más que esperada por su singular empeño en, por un lado, defender al golpista exmandatario Pedro Castillo y, por otro, arremeter contra autoridades de ese país, al que éste nunca supo ni pudo gobernar, ni con apoyo del hoy secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, al que, antes de designarlo para ese cargo, envió para que “le echara la mano”.
Como en el caso de Perú ha ocurrido con España, al que López Obrador no cesa de criticar tanto y cuyas relaciones puso, y siguen estando, “en pausa”, lo que ya le valió también severa respuesta diplomática desde Madrid y en el que también ha sido su reiterada injerencia por las inversiones de empresas de aquel país en la generación de energías limpias.
Legisladores de Morena y sus aliados que aprobaron violaciones constitucionales contenidas en la reforma de leyes electorales secundarias, eran recibidos en Palacio Nacional declarándose “serviles del Presidente y a mucha honra”, al tiempo que diputados de oposición arremetieron en contra de éste por la “insensibilidad atroz” con la que se refiere a la inseguridad de los periodistas.
A los invitados a la sede gubernamental su jefe los puso a corear un síiiií a sus preguntas de si apoyarán a la “corcholata” que gane la encuesta para la elección presidencial de 2024, sea quien sea y que por encima de todo está el proyecto de transformación.
La aprehensión de Antonio Oseguera Cervantes, El Tony Montana, hermano del líder del Cártel Jalisco Nueva Generación, Nemesio Oseguera, El Mencho, ayer en la madrugada en el municipio jalisciense de Tlajomulco, puso en alerta a las autoridades de entidades vecinas, ante una posible reacción violenta.