Lula retoma el rumbo

POLITICAL TRIAGE

Montserrat Salomón<br>*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
Montserrat Salomón*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

Lula da Silva ha tomado las riendas de Brasil por tercera ocasión luego de derrotar a Jair Bolsonaro. Bolsonaro se niega a reconocer la derrota en un berrinche que culminó con la entrega de la banda presidencial por parte de un grupo de ciudadanos en lugar de venir de las manos del presidente saliente.

El evento reunió a una multitud de brasileños y una gran cantidad de jefes de Estado. Con esto, Lula da el primer golpe de timón de su gobierno al iniciar el camino de la reconstrucción de las relaciones exteriores que fueron dinamitadas durante la gestión de Bolsonaro.

Por un lado, Lula ya ha retomado la relación con sus vecinos no sólo confirmando el giro hacia la izquierda en gran parte de Latinoamérica, sino mostrando la gran diferencia que hay en el manejo de las relaciones exteriores entre su experimentado equipo y el del explosivo Bolsonaro. Incluso los países latinos más alejados ideológicamente de la izquierda de Lula han recibido con buenos ojos el cambio de rumbo.

Por otro lado, las grandes potencias como EU, China y la Unión Europea también han manifestado su beneplácito ante el cambio de gobierno. Bolsonaro no tenía una relación cordial con China, país receptor de cerca del 30% de las exportaciones brasileñas, ni con Joe Biden y los principales líderes europeos. Entre los temas álgidos estaba el retroceso en las medidas contra el cambio climático que se dieron con Bolsonaro y la explotación del Amazonas que sucedió bajo su mandato. Lula ha prometido retomar el rumbo de la protección medio ambiental.

Lula inicia así una nueva etapa para Brasil. Habrá que ser cautos con las expectativas que esto genera. La sombra de la corrupción que pesa sobre él ha quedado diluida por los escándalos de su predecesor. Todos recordamos cómo durante sus pasados mandatos millones de brasileños salieron de la pobreza, Brasil fortaleció sus lazos internacionales y creció en economía hasta integrarse al selecto grupo de las potencias emergentes BRIC (Brasil, Rusia, India y China). Sin embargo, no podemos esperar que este fenómeno se repita sin más. El mundo ha cambiado y el bono petrolero de antaño ya no es el mismo hoy en día. Además, Lula tendrá que ser cuidadoso para no despertar los demonios de corrupción que rondan a Petrobras.

Seguramente veremos a un Lula basándose en su carta más fuerte: su gran diplomacia para fortalecer los lazos comerciales internacionales. En favor tiene la carta de su voluntad de cooperación en las metas globales, como la lucha contra el calentamiento global. No parece posible un milagro económico, pero si Lula se mantiene dentro de la izquierda moderada, podríamos esperar un fortalecimiento de la región y un blindaje ante el alza inflacionaria generalizada en Latinoamérica.

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