El viernes pasado Ricardo Mejía Berdeja, exsubsecretario de Seguridad Ciudadana del Gobierno federal, anunció su intención de contender por la gubernatura de Coahuila con el Partido del Trabajo.
Lo hizo apenas unas horas después de presentarle su renuncia al Presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien le mandó una carta y palabras más, palabras menos, le dijo: “Me llevo mis canicas, yo así ya no juego”.
Y es que Mejía Berdeja perdió la candidatura de Morena a la gubernatura de Coahuila, ante el polémico senador Armando Guadiana. Quien según me cuentan mis fuentes en aquellas cloacas, desde hace bastante tiempo viene juntándole mucho cash al inquilino de Palacio.
Es por ello que, luego de los regaños presidenciales para que aceptaran los resultados del método de encuestas con los que Morena elige a sus candidatos, Mejía Berdeja decidió mejor renunciar y prefirió arroparse con los del PT, esto a pesar de que el pasado 15 de diciembre, el propio presidente en su conferencia mañanera, aseguró que permanecería en el cargo y hasta lo elogió diciendo: “Es un ejemplo Ricardo”.
Según dijo el subsecretario, lo hacía en pleno ejercicio de sus derechos políticos y con “agradecimiento” al Presidente López Obrador. Pero, pero, peeeeeero… hasta las manos de este Duende, llegó un documento, firmado por el propio Mejía, en el que se comprometía —de principio a fin— a aceptar los resultados del método de las encuestas de Morena, ganara quien ganara. ¡Toma tomate!
El 17 de noviembre del 2022, signó el documento llamado “Carta compromiso con los principios de la Cuarta Transformación y conformidad con el proceso interno”, el cual consta de dos hojas en el que claramente se lee: “Manifiesto que me adhiero a los documentos básicos de Morena y asumo el compromiso de cumplir con los mismos. Comprendo y acepto el contenido de los Estatutos sobre los procesos internos de la organización, en particular, de lo relativo a las características vinculantes de quienes aspiren a un cargo interno”.
Además, el documento de la Comisión Nacional de Elecciones del partido señala lo siguiente: “Tengo pleno conocimiento y he comprendido con claridad los alcances de los métodos de designación, sus bases, metodologías y criterios, así como su ponderación, armonización, ajustes de género y las facultades en la materia del partido y de esta Comisión conforme a la estrategia política y de organización de Morena”.
“Firma bajo protesta de decir verdad: Ricardo Mejía Berdeja”.
El asunto, querido lector, es que al no ser favorecido por las encuestas, el señor denunció que le estaban jugando cubano y como dicen en el barrio: “Se abrió de capa” o como decimos en la polaca: “Aplicó la de Camacho Solís” e hizo su berrinche.
Y no es que Guadiana sea un angelito, ¡eh! Pero con estos funcionarios “leales” a la causa, que le espera al país...
Por lo pronto, el PRI y el actual gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme, ya se frotan las manos para aprovecharse de esta división entre los aspirantes y entre los votos de la llamada Cuarta Transformación.
En el baúl. La extraña muerte, a principios de este mes, de Marcelino Pérez Flores, un trabajador de la coordinación administrativa de la Dirección Administrativa de Salud del ISSSTE, fue la gota que derramó el vaso. Los trabajadores se acercaron a este espacio para denunciar el crecimiento, como plaga, del nepotismo, la corrupción y el tráfico de plazas. Las irregularidades señaladas tienen nombre y apellido, el de la titular del área, Heidi Janeth Elizalde Mancilla, quien habría ordenado al trabajador a realizar el viaje para ver a su familia, con cargo a la institución y, obviamente, amparada por altos mandos de la institución. Tal parece que aún estamos muy lejos de tener un sistema de salud de primer mundo.
Basta por hoy, pero el próximo lunes… ¡¡¡regresaréeeeeeeee!!!
