La poesía es un género literario que expresa sentimientos de un modo bello y con una estética particular. Escrito en verso, su lenguaje tiende a ser más elegante, escogido a conciencia por el autor, lo que hace de su lectura una experiencia sublime.
Cuando el autor escribe poesía, lo hace a través del “yo poético”, que es la voz que nos comunica las ideas a los lectores. La expresión de sentimientos, anhelos, emociones y reflexiones en torno a la vida, la muerte, el amor, la belleza, los miedos o cualquier expresión humana.
La poesía suele considerarse un género elitista o complejo puesto que a veces las ideas suelen esconderse en un lenguaje con mucha simbología (figuras retóricas), pero en realidad nos invita a interpretar; es decir, cada lector la hace suya según lo que entiende o lo que lo hace sentir. No hay una sola interpretación, y ésa es la magia de la poesía, es tan íntima como el lector la entienda.
La poesía puede estar escrita en verso o no, puede tener una métrica y rima exacta o puede ser tan libre como el poeta lo considere. La forma en que se escribe es en verso y el conjunto de versos se llama estrofa.
Antiguamente la poesía debía ser rigurosa en cuanto al número de versos, estrofas y, por supuesto, con una rima y una métrica exacta según la escuela literaria vigente en su momento. Pero la idea de una poesía rigurosa se fue haciendo menos popular cuando se coartaba la libertad de expresión; a veces por respetar tanto la métrica o la rima, el verso era forzado, las palabras buscaban sinónimos que se acomodaran a los estándares y perdía su espontaneidad. Una poesía sin métrica o rima la llamamos “verso libre”, sin que esto reste calidad a la poesía.
La rima es una característica que se desprende de la composición musical. La métrica es la que ayuda a que los compases sean los adecuados; por eso al final de cada verso se suma o resta una sílaba o se queda igual según el acento de la última palabra, y es que hay palabras que se estiran o se acortan según su acentuación, un ejemplo muy claro es la palabra amor —el sonido se acorta—, amado —el sonido se queda igual al número de sílabas— o amadísimo —cuyo sonido se alarga—. Lo mismo sucede con el hiato, que es cuando una palabra termina en vocal y la próxima empieza con una vocal también, o cuando dos vocales conjuntas no forman diptongo el sonido se junta y se considera como una sola sílaba. Es una cuestión de fonología y ritmo.
El verso libre ayudó a que la poesía fuera más accesible a sus lectores, cuyo objetivo es la de sentir emociones, llegar a un estado de catarsis, donde se hace una “purificación de sentimientos” cuando el poeta logra entrar al alma de su lector.
El lenguaje en la poesía es su principal herramienta. La brevedad es una de las características principales del género, así que los poetas utilizan las figuras retóricas como recurso principal. Un mecanismo que altera el uso normal y cotidiano del lenguaje y que aplicamos para poder expresarnos utilizando relaciones lógicas o contrastes dentro del lenguaje.
Las principales figuras retóricas suelen ser la metáfora (simbolización de la realidad mediante un concepto con el que guarda una semejanza), hipérbole (una exageración de la realidad), alegoría (representación donde las cosas tienen un objeto simbólico; es decir, el uso consecutivo de metáforas, creando un sentido real y figurado), elipsis (la supresión de una o más palabras en la frase, pero sin que se altere su comprensión) hipérbaton (alteración del orden sintáctico o lógico en la oración) y aliteración (repetición de uno o varios sonidos en una frase), entre muchas otras.
La poesía es, por lo tanto, un género que se siente con el corazón y se percibe por medio de los sentidos. Una expresión máxima de la belleza y la estética.