Como se esperaba, el juicio que la justicia de Estados Unidos le sigue en Brooklyn al exsecretario de Seguridad Pública del gobierno de Felipe Calderón, se ha convertido en un concurso de mentiras, por declaraciones de “testigos de oídas” que con tal de lograr que les reduzcan sus años de cárcel o puedan recobrar su libertad, no dudan en acusar por acusar a exfuncionarios públicos, federales, estatales o municipales, empresarios, periodistas y medios de comunicación, sin presentar pruebas.
A menos de que esos testigos lo hagan, si es que las tuvieran, para sostener sus imputaciones, más allá del “supe”, “escuché” o “me dijeron”, las semanas que dure el juicio, serán copia de lo que hasta ahora ha ocurrido y seguramente seguirá el involucramiento de quienes no conocieron ni tuvieron relación con el acusado o con quien fue su jefe, que es en pos de cuya cabeza persiguen. Por lo demás, si prueba y prueban comprueban responsabilidad, que se le castigue.
DE ESTO Y DE AQUELLO…
Más tardó el que fuera fiscal de Nayarit, Edgar Veytia, en declarar en el juicio a Genaro García Luna, que el exgobernador entonces de ese estado, Ney González, le dijo haber recibido instrucciones del expresidente Felipe Calderón, por conducto del mismo extitular de Seguridad Pública, de “apoyar” a Joaquin El Chapo Guzmán en su pleito con los Beltrán Leyva, que el exmandatario panista en negarlo porque, dijo, él “nunca negoció con criminales”.
Sostuvo que aun cuando ha optado por reservar su opinión hasta que concluya el juicio su ex colaborador, rechazó la que calificó de absurda declaración de Veytia, preso y condenado a 20 años por la justicia estadounidense por haber estado involucrado y protegido al narco.
Le llueven acusaciones a la gobernadora morenista de Campeche, Layda Sansores, tras de que su sucesora en la alcaldía de Álvaro Obregón, Lía Limón, postulada por la coalición opositora, presentó ayer la séptima denuncia en su contra por presunto desvío de recursos de por lo menos 120 millones de pesos de programas sociales que nunca llegaron a los beneficiarios.
Eso genera cuestionamientos sobre la declaración del Presidente López Obrador del “no somos iguales” a sus antecesores de partidos, funcionarios, políticos y legisladores que al llegar al poder, asegura, se enriquecieron impunemente sexenio tras sexenio “hasta que la 4T llegó al poder y acabó —sic— con la corrupción”.
Las presiones de aerolíneas, pilotos y empresas de carga área, por el decreto, en el caso de las primeras, de cancelar operaciones en el AICM para obligarlas a hacerlo en el AIFA y por la amenaza a cabotaje si no bajan tarifas, parece empezar a tener reacciones. Por lo pronto, AMLO admitió que, en este último caso, que ha motivado rechazo, reclamos y plantones de pilotos, no hay aun iniciativa.