El quinto, año de valoraciones

ES LA ESTRATEGIA...

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: larazondemexico

El quinto año del sexenio está marcado, en materia electoral, por la renovación de las gubernaturas del Estado de México y Coahuila. Pero más allá de quién resulte ganador en cada una de ellas, será un año que modifique el peso y el valor de cada partido político rumbo a las negociaciones finales de 2024.

Del lado del gobierno, sus aliados PT y Verde, están apostando a elevarle el costo a Morena para 2024.

Mientras en Edomex se sumaron a la candidatura de Delfina Gómez, en Coahuila, el Partido Verde decidió aliarse con el partido local Unidad Democrática; mientras que el PT postuló a Ricardo Mejía, exsubsecretario de seguridad del gobierno federal.

Si, como apuestan estos partidos, su coalición se impone en el Estado de México, pero Armando Guadiana, candidato de Morena, es derrotado en Coahuila, habrán podido demostrarle al partido gobernante que los necesita en 2024.

Incluso, como parte de esta narrativa, ambos partidos han hecho público su apoyo a distintos precandidatos presidenciales, más allá del resultado del proceso interno de Morena. Del lado del PT, su dirigencia impulsa al diputado Gerardo Fernández Noroña. Mientras que en el Verde, un grupo de diputados federales anunció su apoyo al canciller Marcelo Ebrard.

Con esto, el mensaje que mandan ambos institutos políticos a Morena y al presidente López Obrador es que tienen plan b. Que, si no se sienten suficientemente valorados en la distribución de candidaturas legislativas y locales en 2024, pueden ir separados de Morena sin que esto signifique una confrontación con la 4T.

Del lado opositor también habrá un nuevo equilibrio de fuerzas tras las elecciones locales de 2023. En ambos casos, el PAN y el PRD aceptaron que fuera el PRI quién encabece las candidaturas. Esto parece lógico, ya que están en juego dos de las últimas tres entidades que gobierna el tricolor.

Pero del resultado de las elecciones en Coahuila y Edomex dependerá el valor del PRI en la coalición opositora en 2024. Si su fuerza, estructura y capacidad operativa alcanza para sacar los triunfos en estos procesos, llegará mucho más fuerte a la mesa de negociación con el PAN rumbo a 2024. Si suma dos derrotas más, su papel en 2024 será casi testimonial.

Por último, Movimiento Ciudadano también medirá su valor en solitario en 2023. Si su papel termina siendo irrelevante, su valor para sumarse a la coalición opositora será mínimo. Si por el contrario, los votos que obtengan son mayores a la diferencia entre Morena y la oposición en alguna de las elecciones, podrán sentarse a la mesa de negociación con mucho mayores exigencias.

Por estas razones, 2023 no es sólo la antesala de 2024 en términos de quién gana y quién pierde los procesos electorales. Sino cómo.

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