Una vez más, en otro intento de hacer frente a la imparable inflación, por unanimidad, los integrantes de la Junta del Banco de México acordaron aumentar la tasa de interés en 50 puntos, con lo que llegó a 11 por ciento, el más alto en la historia en el país, cuando se estimaba que el incremento sería de 25 puntos, luego de que la Reserva Federal de Estados Unidos elevó el nivel en este porcentaje.
De esa manera, el banco central se desligó de la Fed a la que había ido aparejada siempre, en la aplicación de un aumento similar en la tasa de referencia como una de las medidas para combatir la inflación, que en enero llegó a 7.91 por ciento anual, lo que confirma que, a pesar de los programas para contenerla, han fracasado, porque día a día, los precios de productos de consumo y de todo lo demás, se han disparado inconteniblemente.
DE ESTO Y DE AQUELLO…
Finalmente, como era obvio, Santiago Creel seguirá siendo presidente de la Cámara de Diputados, no por “generosidad” o “perdón” de la Junta de Coordinación Política o de la bancada de Morena sino, simplemente, porque ésta no tiene la mayoría calificada para destituirlo, como miembros de aquella, lo propusieron, tras de que el panista impidió que la escolta militar armada, que fue a rendirle honores a la bandera, ingresaran al salón de plenos, lo que está prohibido por la Constitución y el Reglamento Interior del Congreso.
Lo que el panista y exsecretario de Gobernación hizo, fue respetar y aplicar ese ordenamiento, lo que sirvió de pretexto para que los diputados morenistas y sus aliados, lo colmaran de acusaciones y “exigieran” su relevo, a sabiendas de lo que establece el quehacer legislativo y que muchos de ellos seguramente desconocen.
Por cierto que ayer, en la ceremonia del Día de la Lealtad, que esta vez no fue en el Castillo de Chapultepec sino en el Zócalo capitalino, la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia, Norma Lucía Piña Hernández, fue saludada de mano por el Presidente López Obrador, con Creel como testigo y quien, junto con ella, fueron descorteses en la ceremonia de aniversario de la Constitución, el domingo pasado en Querétaro.
Dura y ruda revelación de la exembajadora de México en Estados Unidos, Marta Bárcena, de que el acuerdo para el programa trumpista “Quédate en México”, fue unilateral y aceptado por el canciller Marcelo Ebrard, lo que confirma lo revelado por el exsecretario de Estado, Mike Pompeo, y declaraciones de otros funcionarios del gobierno de Joe Biden. Y a ella no la enteraron.
Ahora habrá que ver hasta dónde llegan estas declaraciones de la diplomática que, al inicio de la actual administración estadounidense, concluyó su brillante y reconocida trayectoria.