El gobierno y la inflación

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

¿Qué debe hacer el gobierno, el Poder Ejecutivo Federal, distinguiéndolo del banco central, para combatir la inflación, el alza en el Índice Nacional de Precios al Consumidor, que tiene lugar cuando una de tres: aumenta la demanda agregada; disminuye la oferta agregada; aumenta la demanda agregada y disminuye la oferta agregada, señalando que debe hacer lo correcto, no una tontería como el control de precios (lo que debe controlarse es la cantidad de dinero que se intercambia)?

Lo que debe hacer es crear las condiciones para que la oferta agregada aumente lo más posible y sea la mayor posible, oferta agregada que está compuesta por lo que se produce en el país y no se exporta, más lo que no se produce en el país y se importa.

Para que lo producido en México aumente lo más posible se necesita que las inversiones directas, las que se destinan a la producción de bienes y servicios, sean las mayores posibles, para lo cual se requiere que la confianza de los empresarios, de la cual depende cuánto se invierte directamente en un país, sea la mayor posible, para lo cual se requiere del Estado de Derecho aplicado a la economía, lo cual supone, entre otras cosas, que los derechos de los empresarios a la libertad para producir, ofrecer y vender, y a la propiedad sobre los medios de producción necesarios para poder hacerlo, estén plenamente reconocidos, puntualmente definidos y jurídicamente garantizados, para que las mismas dependan de la justicia del Derecho (economía de mercado), no de la gracia del gobernante en turno (capitalismo de compadres).

En febrero, en escala de cero (total desconfianza) a cien (confianza total), el índice de confianza empresarial del INEGI para invertir directamente en México fue 34.4, más cerca de cero que de cien.

Para que lo importado hacia México aumente lo más posible y las importaciones resulten las mayores posibles, es necesario que el gobierno elimine cualquier lastre u obstáculo que las limite o prohíba, condición para tener libre comercio, que se tiene cuando son los consumidores, sin ninguna intervención del gobierno, quienes, comprando o dejando de comprar, deciden qué y cuánto se importa.

Lo anterior es lo que el gobierno debe hacer para combatir la inflación, y lo menciono por la intención de AMLO de llegar a un acuerdo con los presidentes Lula da Silva de Brasil, Gustavo Petro de Colombia, Alberto Fernández de Argentina y Miguel Díaz-Canel de Cuba, para eliminar aranceles y aumentar, por medio del aumento en las importaciones, la oferta agregada de los países involucrados, lo cual es lo correcto, pero aclarando que para que el gobierno de AMLO lo haga, ¡y lo debe hacer!, no hace falta que también lo hagan los de Lula da Silva, Petro, Fernández y Díaz-Canel.

Alcanzar el libre comercio no es, por más que se piense que sí, una cuestión multilateral sino unilateral, y como tal debe tratarse, sin olvidar que la total, absoluta y definitiva apertura a las importaciones, como estrategia antiinflacionaria, da los resultados que puede dar inmediatamente, no así lo relacionado con apuntalar la confianza de los empresarios, para que inviertan más, para que aumente la producción, para que aumente la oferta agregada, lo cual lleva más tiempo que aquello.

Libre comercio es lo que el gobierno debe permitir para combatir, correctamente, las presiones inflacionarias.

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