El año pasado los productores de maíz blanco —el de consumo humano, el usado para tortillas, masa, totopos, etc.— fueron beneficiados en la comercialización pues, al cotizarse el grano conforme a los precios internacionales, obtuvieron ingresos en mayor cuantía en moneda nacional debido a la paridad de 20 pesos por dólar; ahora, dado el “superpeso” que tanto festejan los afines a la 4T, pierden casi mil pesos por tonelada por la paridad de 18 pesos por billete verde derivado de “las exitosas políticas económicas” del actual Gobierno.
Es decir, los agricultores reportan una pérdida cambiaria de 12.5% en un año. Así, la revaluación del peso sobre los productores de maíz tiene un impacto más severo que la reducción de los precios internacionales, debido a las cosechas extraordinariamente altas en Estados Unidos, documenta estadísticamente el Grupo Consultor de Mercados Agropecuarios, que dirige Juan Carlos Anaya. Pero además México es víctima de su éxito productivo para producir cosechas extraordinarias que también presionan los precios a la baja. Ante ello, la propuesta presidencial de comprar un millón de toneladas de grano en Sinaloa a través del Programa de Precios de Garantía Segalmex, a cargo de Luis Salinas Falcón, ha resultado insuficiente y motivado el enojo y protesta de los agricultores sinaloenses…, y también de los de Sonora.
Así lo ha expresado la CAADES (la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa, que preside Marte Vega) y 15 asociaciones de productores de Sonora (entre ellas las que encabezan Álvaro Bours, Mario Pablos y Juan Gerardo Gándara), pues además de que el precio propuesto de casi 7 mil pesos por tonelada queda distante de los precios del año pasado, el volumen de compra demandado representa sólo 15% de la producción tan sólo de Sinaloa…, además de que la mecánica para abastecer sólo a las tiendas Diconsa-Segalmex, a cargo de Leonel Cota Montaño; es decir, que la compra al precio de garantía se dirigiría en principio sólo a los pequeños productores para zonas pobres, pero sin atender a los productores comerciales que representan 85% del abasto nacional.
Ciertamente, los agricultores de grandes extensiones (los que literalmente le dan de comer a los habitantes de las ciudades) son especialistas en quejarse, y difícilmente estarán de acuerdo a los precios objetivo —y ahora de garantía como era costumbre hace 50 años— establecidos por el Gobierno, pues su interés natural es obtener el mayor beneficio posible en cada cosecha; sin embargo, hacerlos a un lado luego de que sobrepasaron las metas de producción para la “autosuficiencia nacional” no sólo es políticamente peligroso, sino además muestra los límites de la política agropecuaria cuatroteísta.
Y es que la SHCP no tiene fondos para desembolsar mil millones de pesos adicionales para tapar el hueco, además de atajar la baja de precios y la sobreproducción de maíz blanco…, y menos tras canalizar 6 mil millones de dólares para comprarle activos eléctricos a 40% de sobreprecio a Iberdrola, que lleva un muy alegre Ignacio Sánchez Galán.
Pero el “superpeso” seguirá siendo enarbolado como otra victoria de la Cuarta Transformación.
MIP-Barclays; Fibra estatista. Por cierto, el vehículo con que el Gobierno aumenta a 55% su participación en el mercado eléctrico nacional (pero sin agregar un solo foco a la generación que requiere el crecimiento económico del país) es la dupla formada por el Mexican Infraestructure Partners, que dirige Mario Gabriel Budebo, y el banco británico Barclays, que lleva Raúl Martínez-Ostos (y que, por cierto, fue el instrumento por el cual Pemex adquirió el 50% de la refinería de Deer Park). La aportación de esta dupla, como ayer se comentó, se estima en 90 millones de dólares para realizar el financiamiento de la transacción y lo que se adivina como lo que sería la primera Fibra E en energía que realiza el Gobierno de México. Esto significa que si bien la CFE operará las 13 plantas ya cacheteadas (que no chatarra) que fueran de Iberdrola, las finanzas de ese segmento, el dinero, no será tocado por el equipo de Manuel Bartlett sino administrado por un fondo de inversión privado que seguramente emitirá títulos de deuda/renta garantizados…, y sí, al servicio estatal.
Fentanilo y filias. No se equivoque: el contenido vital del mensaje del gobierno chino de Xi Jinping a través de un cuarto nivel (el vocero Mao Ning) a López Obrador no es la descalificación del reclamo mexicano por la exportación de precursores químicos de la mortal droga, sino el posicionamiento contra “el rapaz ataque” estadounidense para atacar en territorio mexicano a los cárteles productores de fentanilo. El Gobierno cuatroteísta ha buscado distanciarse de EU y acercarse a Rusia y a China. ¿Sabe quién desde el primer círculo oficial ha nutrido esa nueva geopolítica mexicana? En semana de Pascuas le platico.