China y Estados Unidos comienzan una nueva carrera por ver quién conquista el espacio exterior en medio de un conflicto internacional entre Rusia y Occidente.
La hegemonía mundial está en juego y la conquista del espacio exterior es el objetivo que quieren alcanzar dos grandes potencias como China y Estados Unidos. Las dos naciones quieren establecer una base permanente en la Luna para extraer los codiciados minerales y fuentes de energía que se esconden en el satélite natural del planeta Tierra.
Esta nueva carrera espacial, que se gesta en medio de un tenso momento mundial por la guerra, la crisis económica continua y la creciente militarización del planeta, representa un nuevo debate sobre la mesa.
Expertos cuestionan quién sería el dueño de esos recursos que se extraigan de la Luna y quién va a beneficiarse de ellos, que teóricamente no pertenecen a una sola nación sólo por el hecho de llegar primero gracias a sus avances tecnológicos y posibilidades económicas.
Mientras avanza este debate en la sociedad, China y Estados Unidos ya comenzaron una especie de segunda Guerra Fría, en donde también está el tablero la hegemonía mundial.
Desde Europa también se quiere entrar a estar carrera espacial mediante el último logro de la Agencia Espacial Europea, que lanzó con éxito la sonda espacial Juice, considerada la mayor expedición robótica a Jupiter que salió desde el centro europeo ubicado en la Guayana Francesa.
La expedición, que significa un gran reto técnico de 8 años, tiene como objetivo explorar el planeta gigante y tres de sus lunas: Calisto, Europa y Ganímedes, en busca de rastros de vida.
El cohete tiene planeado llegar a Júpiter en julio del 2031 y sobrevolar las tres lunas seleccionadas por el equipo de científicos para cartografiar Calisto, Europa y Ganímedes, donde se piensa que podría haber grandes masas de agua.
El cohete cuenta con paneles solares para realizar este largo viaje y mantener autosuficiencia energética y a la vez ahorrar combustible. Esta gigante nave de seis toneladas enfrentará un ambiente hostil con alta radiación, temperaturas extremas, falta de luz y fuertes campos magnéticos que pondrán a prueba los avances científicos de la agencia europea.
Con este proyecto y la pelea por la Luna, la tendencia mundial gira la cabeza hacia el cielo para conquistar otros lugares fuera del planeta. Es una carrera que puede traer importantes descubrimientos y avances tecnológicos, pero en la que sólo los países ricos y con la capacidad tecnológica necesaria pueden competir, dejando atrás a la gran mayoría de naciones.