Algo muy grave está pasando en el estado de Chiapas, que cada día se suscitan más actos de violencia.
El pasado lunes en San Cristóbal de las Casas fue asesinado el líder de artesanos, Jerónimo Ruiz. Poco después y como respuesta al asesinato, se empezaron a lanzar disparos al aire. Eran hombres con pasamontañas, conocidos como Los Motonetos.
Cerraron las vialidades cerca del mercado Santo Domingo, realizaron retenes e incendiaron algunos vehículos.
Todo esto ocurrió a plena luz del día, ante los ojos de las autoridades municipales y estatales, y en medio de una población asustada que corría para intentar resguardarse de las balas, mientras los dueños de negocios cerraban.
El líder de los artesanos fue asesinado afuera de su domicilio, cuando iba a subirse a su vehículo; en ese momento dos hombres a bordo de una motocicleta le dispararon en varias ocasiones. Fue trasladado al hospital, pero murió a causa de cuatro heridas de bala.
Las reacciones ante este asesinato fue de personas encapuchadas que comenzaron a disparar cerca del mercado, llevaban armas de grueso calibre. El caos fue tal, que las clases fueron suspendidas.
Pocas horas después empezaron a incendiar viviendas en la zona norte de San Cristóbal de las Casas, mientras las fuerzas federales y estatales permanecían en la zona poniente y un helicóptero de la Secretaría de Seguridad Pública estatal sobrevolaba el área.
La pregunta es: ¿De dónde provienen esas armas? ¿Quiénes son los miembros de estos grupos conocidos como Los Motonetos? ¿Por qué asesinaron a Jerónimo Ruiz?
Se dice que Los Motonetos, son grupos criminales ligados al Cártel Chamula.
Hoy la población no se siente segura en esa zona de Chiapas y piden a las autoridades locales y federales resguardar la zona. No es la primera vez que se señala la presencia de este grupo llamado Los Motonetos en este municipio y otros en los Altos de Chiapas. Se dice que Los Motonetos intentan fungir como una especie de autodefensa. Pero recordemos que la mayoría de las autodefensas son grupos que de alguna manera están coludidos con el crimen organizado.
Son muchos los grupos que operan de esta manera en el estado, hay un problema serio de seguridad que se ha agudizado en los últimos años.
Otro grupo conocido como El Machete amenaza continuamente a la población de Pantelhó, por eso a principios de marzo, personas que dijeron ser agentes rurales, comisariados ejidales y representantes de los 18 barrios de Pantelhó, se reunieron en la cabecera municipal para denunciar la violencia.
Inseguridad se recrudece en los altos
En un video se observa a un hombre encapuchado leer un comunicado en donde dice que si las autoridades no intervienen para frenar “las acciones delictivas” de Los Machetes, harán justicia con sus propias manos.
Este mensaje lo emiten porque aseguran que los pobladores vinculados al grupo El Machete, bloquearon los accesos al municipio de Pantelhó, tras el asesinato de la esposa de uno de los comandantes de este grupo, mientras que el líder resultó herido en el brazo.
¿Y las autoridades dónde están para poner orden? Desde hace años, pobladores de los Altos de Chiapas han denunciado desapariciones, asesinatos y despojo de tierras.
En esta columna le he contado la violencia que se está viviendo en Chiapas y las disputas que se dan. Y es que el estado tiene una geografía estratégica para grupos criminales porque las rutas del tráfico de drogas, armas y migrantes, pasan por ahí. Entran por la frontera con Guatemala.
La entidad tiene al menos seis rutas para el tráfico de droga y es un estado disputado, principalmente, por los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, debido a que tienen el mayor contacto con cárteles de Sudamérica para el envío de la droga.
En el caso del tráfico de migrantes, Chiapas es una zona controlada por los cárteles de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación y del Golfo, uno de los negocios ilegales más redituables.
Por las disputas entre grupos criminales y pobladores, las cifras oficiales reportan un gran desplazamiento forzado en los Altos de Chipas. En los últimos 11 años, más de 14 mil 476 personas, en al menos 15 municipios, han tenido que abandonar sus hogares.
Tan sólo en el municipio de Chalchihuitán, más de 5 mil personas han tenido que dejar sus casas, según cifras de organizaciones defensoras de derechos humanos.
Debemos recordar que en los Altos de Chiapas existe la mayor presencia de grupos paramilitares, muchos de ellos ligados al crimen organizado, debido a las operaciones después del levantamiento armado, en 1994, del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Apenas en febrero de este año, en San Cristóbal de las Casas, el Movimiento de Mujeres en Defensa de la Madre Tierra y de Nuestros Territorios expresó preocupación por “el aumento de la delincuencia organizada, la venta y consumo de drogas químicas, la circulación de armas en casas de seguridad y las llamadas de extorsión y secuestro de jóvenes”.
Ante lo que está ocurriendo y si las autoridades estatales y federales no hacen una estrategia para controlar la seguridad en Chiapas, en muy poco tiempo la violencia será insostenible.