The banshees of Inisherin (Los espíritus de la isla)

LA VIDA DE LAS EMOCIONES

Valeria Villa<br>*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
Valeria Villa*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. Foto: larazondemexico

El significado de banshees en la mitología irlandesa es un espectro femenino del inframundo que aparece para anunciar una muerte. Lo que aquí se narra es una película en clave de tragedia griega, que muestra a los humanos como seres arrastrados por sus pasiones.

Los espíritus de la isla (2022) fue dirigida, escrita y coproducida por Martin McDonagh y protagonizada por Colin Farrell, Brendan Gleeson y Kerry Condon. Es una historia sobre lo desgarrador de una separación, de un vínculo de amor. Sobre el desmembramiento que se siente cuando alguien dice ya no te quiero, me estorbas, sobras en mi vida, me aburres, me quitas el tiempo. Sobre cómo sobrevivir al desprecio y cómo integrar el rechazo.

Pádraic es un hombre amable, bueno, ingenuo y casi infantil, el hombre rousseauniano que no ha sido pervertido por la cultura, que es feliz con poco y cuyo mundo vincular está delimitado por la acotada vida social de un pequeño pueblo de Irlanda, en 1923, año de la guerra civil irlandesa. Pádraic no puede aceptar que Colm ya no quiere ser su amigo, que es además como un hermano mayor y sostén psíquico. La historia de dos amigos, Colm y Pádraic, es también la historia de una guerra entre hermanos. Dan ganas de decirle a Pádraic: amigo, date cuenta.

Colm, mayor que Pádraic, siente angustia de muerte y con ella la herida narcisista más grande: la mortalidad inexorable. A partir de esta crisis, necesita diferenciarse, separarse y volverse inmortal con su música. Pádraic y Colm representan dos ideas sobre el sentido de la vida: uno, racional, intelectual, que ve en el pensamiento y en la creación artística una forma de trascender. El otro, basado en el amor, en la fraternidad, en la compasión y en la amistad, en ser una persona buena y decente. The banshees of Inisherin es una tragedia entre hermanos que sacude a todos en el pueblo. Shioban, la hermana mayor de Pádraic, intenta hacer las veces de madre y detener el conflicto entre Colm y su hermano. Intenta imponer la ley materna e impedir el asesinato, pero no lo logra. Decide tomar distancia y romper la endogamia que le ha robado posibilidades vitales. Es la única que se va lejos para intentar otra forma de vida. El desamor provoca la pérdida de la inocencia en Pádraic que ahora quiere matar a su amigo/hermano que le ha quitado algo muy amado. Sabemos que Colm está deprimido en algunas escenas en el confesionario, cuando el sacerdote le pregunta si sigue “en desesperación”. En su libro Hemanos (Polity, 2013), Juliet Mitchell, psicoanalista inglesa, nos dice que el trauma fraternal es tan importante como el que puede llegar a vivirse con los padres. Un hermano es nuestro primer amigo y también nuestro primer enemigo. La llegada del hermano provoca una herida narcisista cuando le quita al bebé su lugar único. Aparece la envidia. Más adelante, los hermanos forman parte de un triángulo con la madre. Compiten por su amor. Aparecen los celos, que son un proceso de tres. No ser el favorito de la madre es una herida que se lleva por siempre. No ser el único es una herida mucho más primaria que cargan algunas personas que fueron el objeto narcisista de los padres. La belleza de esta película radica en su estilo de fábula, en las muchas capas de interpretación a pesar de su aparente sencillez, en cómo puede comunicar con tal potencia lo insoportable e incomprensible que es el desamor y plantea dos posturas, dos verdades para hacerle frente al vacío y a la muerte.

También puedes escuchar la columna aquí.

The banshees of Inisherin (Los espíritus de la isla)The banshees of Inisherin (Los espíritus de la isla)

Temas:
TE RECOMENDAMOS:
Bernardo Bolaños