Quiero decirle, querido lector y lectora, que desde el Senado de la República seguiremos dando la batalla para que el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), no desaparezca.
La transparencia, la rendición de cuentas y el acceso a la información pública son derechos ciudadanos y, es por ello, que de parte del bloque opositor hay un enorme compromiso en defender al Inai y evitar su destrucción.
La transparencia, la rendición de cuentas y el acceso a la información, son derechos que no le pertenecen a ningún político de este país.
La instrucción de acabar con el Inai desde Palacio Nacional es la muestra clara de que a este Gobierno le interesa destruir las instituciones, las libertades y la democracia.
Cuando se destruyen las instituciones, se destruyen las libertades, y un país sin libertad es lo último que queremos, por eso no vamos a rendirnos e iremos a la Suprema Corte, porque un país sin libertad, es un país sin ley, sin democracia, sin presente, pero sobre todo, es un país sin futuro.
Por eso convoco a la ciudadanía a seguir defendiendo las instituciones, como ya lo hicimos con el INE, hoy hagamos con el Inai, porque al detener la destrucción de las instituciones que nos dan libertad y democracia, estamos defendiendo nuestros derechos ciudadanos.
Sólo a los corruptos les conviene la opacidad y la impunidad, son a ellos a los que les interesa desaparecer la transparencia, la rendición de cuentas y el acceso a la información, sólo a esos son a quienes les incomoda el Inai.
La traición del grupo mayoritario y sus aliados en el Senado, al no cumplir su palabra para nombrar al nuevo comisionado del Inai, no es al bloque de contención, sino a las y los ciudadanos.
Dejar inoperante al Inai es una muestra de que la mayoría parlamentaria no es leal a la Constitución, pero sí a los caprichos de un solo hombre que dice estar en contra de la corrupción, pero quiere desaparecer la transparencia y la rendición de cuentas.
Este Gobierno miente cuando dice que son enemigos de la corrupción, porque lo último que le interesa es que el Inai funcione, no les interesa la transparencia ni la rendición de cuentas, la destrucción de las instituciones es lo suyo, y es el inicio de la destrucción de nuestra democracia.
Desparecer al Inai no sólo pone en grave peligro la transparencia y la rendición de cuentas, sino que además viola nuestra Constitución, en donde está claramente establecido el derecho ciudadano al acceso a la información pública.
A este Gobierno no sólo no le gusta la transparencia, la rendición de cuentas y el acceso a la información pública, sino que odia la autonomía de las instituciones.
No permitamos la destrucción de nuestras instituciones, digamos no a la destrucción de nuestras libertades y derechos, defendamos nuestra Constitución, pero, sobre todo, sigamos resistiendo los embates a nuestra democracia.