¿Qué sucede entre Gaza e Israel?

VOCES DE LEVANTE Y OCCIDENTE

Gabriel Morales Sod*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

En respuesta al asesinato de tres líderes de la Yihad Islámica en Gaza, que dejó también diez civiles palestinos muertos, grupos armados en Gaza lanzaron más de 350 cohetes hacia Israel, docenas de ellos hacia el centro del país. Mientras escribo este artículo, se pueden escuchar en el cielo de Tel Aviv las explosiones de la Cúpula de Hierro, deteniendo los cohetes que llegan desde Gaza.

A pesar de que el grupo Hamas controla la Franja de Gaza, la Yihad Islámica y otros grupos armados actúan de manera independiente. Para comprender el presente conflicto es importante entender la dinámica entre estos grupos, pues Hamas y la Yihad compiten políticamente en Gaza, y esto explica en parte la dinámica regional. A pesar de haber publicado su apoyo a las operaciones de la Yihad, pues de otra manera podrían perder legitimidad en Gaza, Hamas no es parte de los enfrentamientos, hasta este momento. Hace una semana, después de la muerte del activista palestino, Khader Adnan —quien preso por presuntos nexos con grupos terroristas inició una huelga de hambre que culminó con su deceso—, la Yihad lanzó cohetes hacia el sur de Israel; sin embargo, aunque las partes llegaron a una tregua, el gobierno israelí decidió romperla y asesinar a tres líderes de la Yihad.

Es importante recalcar que estos tres individuos no eran los líderes principales de la organización, lo cual ha conducido a algunos analistas a cuestionar los motivos del liderazgo israelí. ¿Por qué en medio de un cese al fuego, sin ningún herido israelí, el gobierno decidió eliminar tres líderes de mediano rango y reiniciar el conflicto? Algunos apuntan a la presión de los elementos más a la derecha de la coalición. Una semana antes de este enfrentamiento, el ministro de Seguridad Interior, el ultraderechista Ben Gvir, y su partido anunciaron un boicot a su voto en el parlamento en reacción por la “débil respuesta” ante los ataques palestinos. La presión desde la derecha, en uno de los momentos más débiles de Netanyahu —herido por el movimiento masivo en respuesta a su intento de sojuzgar al sistema judicial—, surtió efecto.

Hay quienes piensan que la decisión drástica de escalar el conflicto tiene relación directa con el movimiento de protesta en contra de la reforma judicial, que ha mostrado una enorme fuerza durante ya dieciocho semanas. Aunque esto es posible, aún son sólo conjeturas. No obstante, la decisión de asesinar a los líderes fue, sin duda, riesgosa, pues el enfrentamiento amenaza con extenderse y, de ser así, será difícil para Hamas no entrar en el conflicto. Por el momento Egipto está tratando de negociar un cese el fuego. Si esto no sucede nos esperan semanas de violencia, y la situación política podría tornarse explosiva. Netanyahu ha hecho una apuesta, aunque es difícil saber el motivo de ésta.

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