En los últimos años, las redes sociales han evidenciado cómo tigres de bengala se pasean por las calles de México, algunas veces acompañados de sus dueños y en otras los animales andan sueltos.
Como lo ocurrido en marzo pasado, cuando fue captado en Parácuaro, Michoacán, un hombre paseando a su tigre a bordo de una camioneta tipo pick up, asegurando que no pasaba nada porque lo llevaba encadenado.
O como se dio a conocer en junio de 2022, otro tigre deambulaba solo por calles de Tecula, Nayarit, mientras una mujer obligaba a su hijo a tomar video, diciéndole que no hacía nada porque estaba al otro lado de la calle. Finalmente, llegó su dueño con una cuerda y se lo llevó.
Estos animales y los monos son los preferidos por el crimen organizado, algunos narcotraficantes tienen la superstición de que tener un animal silvestre entre sus pertenencias, les otorga un símbolo de estatus y de dominio.
Se vio también en junio del año pasado, cuando tras un enfrentamiento de fuerzas de seguridad y sicarios, integrantes de La Familia Michoacana dejó un saldo de 11 delincuentes muertos en Texcaltitlán, Estado de México, junto a ellos apareció muerto un mono asesinado, vestido con equipo táctico.
Ambientalistas señalan que, en el Triángulo Dorado, que comprende Chihuahua, Sinaloa y Durango, han detectado la presencia de la pantera Tigris, originaria de la India. Una especie que se puede adquirir en el mercado negro por 2 mil dólares y hasta en 30 mil dólares si se trata de un cachorro albino. Este animal está en peligro de extinción y se calcula que en la sierra del Triángulo Dorado ya hay más especies de este tipo que en su país de origen.
Además de crear un estatus, el tráfico de animales es uno de los negocios más lucrativos, principalmente han sido integrantes de los cárteles Jalisco Nueva Generación y de Sinaloa, quienes presumen fotos con estos animales, sin importar que existen sanciones.
El 29 de abril de 2022, la Cámara de Diputados aprobó un dictamen que prohíbe la posesión de grandes felinos y otros animales silvestres como mascotas.
El tráfico de animales deja ganancias importantes al crimen organizado. Recordemos que, con la entrada al mercado del fentanilo, una droga que necesita mucho menos personas para su fabricación, muchos narcotraficantes se están dedicando a otros negocios ilícitos. Y varios están migrando al tráfico de animales.
Es verdad, se han creado leyes mucho más duras contra traficantes de animales, pero lo cierto es que es un delito menos penado y menos perseguido en México como en el narcotráfico o la trata de personas.
Cárteles migran al tráfico de especies
Los cárteles mexicanos cuentan con las conexiones de grupos criminales internacionales en África, Sudamérica y Asia para traer o enviar animales y obtener ganancias enormes.
Estimaciones de organizaciones civiles pro animales indican que traficar con especies en peligro de extinción o silvestres genera entre 15 mil a 23 mil millones de dólares anuales, las rutas para el envío de cargamentos de drogas son las mismas que utilizan para colocar a los animales.
Los traficantes no sólo traen animales en peligro de extinción, también venden en el extranjero especies mexicanas como el loro cabeza amarilla, el perico frente naranja y las guacamayas rojas y verdes, las cuales pueden tener un valor de hasta 22 mil 200 dólares.
Activistas señalan que mientras un fusil de los llamados “cuernos de chivo” cuesta en México 600 dólares, una guacamaya puede estar 50 veces más cara en el mercado negro.
Pero además del hipopótamo y, en mucha más medida, grandes felinos como tigres y leones son utilizados por delincuentes para atacar a sus enemigos.
Es el caso del narcotraficante colombiano Pablo Escobar en la época de los años 80, este hombre tenía un rancho con todo tipo de animales salvajes y, según han declarado muchos testigos, cuando Escobar quería desaparecer a alguien se lo daba de alimento a sus animales, principalmente a los hipopótamos.
Hace unos años, cuando fue detenido Harold Mauricio Poveda, alias El Conejo, en el Desierto de los Leones en la Ciudad de México, le fueron decomisados varios animales como tigres y leones. Había también un mono araña. Hoy, este colombiano que es acusado por las autoridades de formar parte del Cártel de Sinaloa, cuando participó en el juicio contra el exsecretario de Seguridad, Genaro García Luna, en la corte de Nueva York, en Estados Unidos, lloró cuando le mostraron fotografías de sus animales.
Lo cierto es que cuando se hizo la investigación en México, varios testigos aseguraron que esos animales se habían comido a gente.
¿Recuerda usted la fundación de Black Jaguar-White Tiger, donde en 2022 se realizó un operativo para recuperar a los animales que estaban en malas condiciones?
No voy a entrar en detalles de esa fundación, lo cierto es que muchos animales que se le decomisaban al crimen organizado llegaron a este lugar. Decenas de tigres y leones que habían sido rescatados de criminales o del mercado negro.
Es muy complicado decomisar estos animales y luego ubicarlos, pero lo cierto es que son favoritos de muchos delincuentes.