Debido al factor sorpresa, la salida de Lionel Messi del Barcelona fue más mediática que su reciente llegada al Inter Miami. Sin embargo, este es realmente el final; la salida del futbol europeo representa el verdadero ocaso de una carrera deportiva que marcó generaciones de aficionados.
Leo pertenece a una lista muy pequeña de atletas que tuvo la capacidad de generar una sensación genuina de asombro cada fin de semana durante más de 15 años. Logró que alrededor del mundo siempre existiera una conversación que comenzará con: “¿Viste lo que hizo Messi?”.
Muchos esperábamos un romántico regreso al Camp Nou, pero el club le falló por última ocasión, pues finalmente optó por no volver. La escuadra blaugrana tuvo al mejor jugador de todos los tiempos en sus filas durante todo su apogeo y solamente consiguió tres títulos de Champions League con él al frente. Por una razón u otra, se terminaban quedando cortos, culminando este mal manejo con una inesperada e injusta despedida hace dos años y ahora un último regreso a casa fallido.
Para el astro argentino ya no hay nada más que lograr. Desde la coronación mundial en Qatar se desenvuelve con una enorme sensación de alivio dentro y fuera del terreno de juego. Ese temprano éxito con su club contrastado con constantes decepciones con la selección le generaban un hambre de logro que el mayor título en el deporte finalmente le quitó.
Sin duda, esto se siente como una decepción, sobre todo porque está claro que aún tenía mucho por dar. Pero tras tantos años de presión y reflectores, es sencillo entender esta decisión. En realidad, no nos queda nada más que agradecer todos los momentos de alegría que nos causó aquel niño de Rosario.
