¿Quién es más AMLO? Ése es el objetivo del juego que estaremos presenciando de aquí a septiembre. Desde este lunes iniciaron los recorridos de las corcholatas por todo lo largo y ancho del país, promoviendo las acciones transformadoras del Gobierno y mostrando su compromiso por continuarlas. Estas giras concluirán con la revelación del resultado de las encuestas que definirán al Coordinador de Defensa de la 4T.
En realidad, se trata de las primarias de Morena que definirán a su candidato presidencial para las elecciones de 2024. Es importante señalar que, de acuerdo con la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, las precampañas deben iniciar en la tercera semana de diciembre previo a la elección, por lo que este ejercicio es, eminentemente, ilegal.
Además, este ejercicio tiene el inconveniente de que el origen de los recursos que se utilizan tiene una alta dosis de opacidad. Hay que recordar que los gastos por precampañas no comprobados provocaron que el INE le retirara la candidatura a gobernador a un morenista, lo que derivó en una fuerte presión por parte de ese partido en contra de las autoridades electorales que finalmente confirmaron el retiro de esa postulación. Así las cosas, con este ejercicio muy posiblemente vendrá un nuevo episodio de presión por parte de Morena contra las autoridades electorales, si es que hacen su trabajo.
Por otra parte, este juego propuesto es atípico, en el sentido de que se trata de convencer a los encuestados quién se parece más al Presidente. Tiene implicaciones en distintas capas porque el ejercicio se trata de promover la “transformación” y no un proyecto de país, no se está hablando de finanzas públicas, sino de quién tiene más pasos al lado de López Obrador, ni se está hablando de administración pública sino sobre cómo vigilar que las acciones del actual Gobierno se mantengan en la misma sintonía. La encuesta decidirá quién de las corcholatas es más AMLO.
El asunto se vuelve más intrincado si se toma en cuenta el acuerdo alcanzado por las corcholatas y el Presidente: el primer lugar sería el candidato presidencial, el segundo y tercero, líderes de las bancadas en el Senado o Diputados, o miembros del gabinete y el cuarto, quinto y sexto lugar tendrían la posibilidad de incorporarse a un espacio de representación proporcional. Es decir, son candados de gobernabilidad para garantizar que el que más defienda la 4T en estas giras, la siga defendiendo a fuerza porque va a tener a los guardias políticos de la 4T con las llaves del Congreso y con el veto ministerial, que poco se ha usado en México.
En conclusión, este es un proceso decisivo porque de ahí saldrá quien, si la oposición no reacciona, pueda ser el próximo Presidente; porque se pronostica una nueva ola de tensión muy nociva entre el partido oficial y las autoridades electorales y porque la gobernabilidad del gobierno se está despriorizando con tal de mantener la unidad de Morena.