El sábado en la tarde un transeúnte encontró el cuerpo sin vida de la estudiante María Fernanda Sánchez Castañeda en un canal de Berlín, capital de Alemania, tras dos semanas de intensa búsqueda que dejan más preguntas que respuestas en el terrible y doloroso crimen de una joven mexicana que buscaba superarse académicamente en una universidad europea.
Ya encontraron a Maffy, como la conocían sus familiares y amigos, tristemente sin vida flotando cerca de un puente en un canal de Teltow en Adlershof, un barrio al sur de Berlín, conocido como la Ciudad de la Ciencia, Tecnología y Comunicaciones.
Sin embargo, no es ni por poco el fin de la terrible historia de una joven residente de Querétaro, quien llevaba solamente cinco meses fuera de México para cursar una maestría en Alemania como muchos otros jóvenes que se aventuran para continuar su preparación académica y profesional en el extranjero.
La Policía alemana informó rápidamente del hallazgo del cuerpo de María Fernanda a través de un mensaje en la red social X —antes Twitter— y aseguró que “de acuerdo con la información actual, no se puede asumir responsabilidad de terceros”. Así, sin dar más detalles, porque se lleva a cabo la investigación, y sin antes realizar una autopsia que permita tener más elementos para determinar las verdaderas causas de la muerte de la estudiante mexicana.
La desaparición de María Fernanda el sábado 22 de julio es otra incógnita que no queda clara. Hasta el momento, se sabe que la egresada del Tecnológico de Monterrey iba a asistir a la fiesta LGBT+ en Berlín, un gran festejo que se hace el mes de julio en muchas ciudades europeas. Sin embargo, la joven de 24 años decidió quedarse en la residencia de estudiantes donde se alojaba para trabajar en sus labores académicas. Se sabe que antes del mediodía, la queretana salió de su habitación en la residencia ubicada a las afueras de la capital alemana, dejando atrás su teléfono y laptop.
Sus padres se alarmaron el domingo cuando María Fernanda no contestó las usuales llamadas que mantenían los fines de semana y comenzó la pesadilla para la familia Sánchez Castañeda. Las autoridades confirmaron que tras el aviso de la desaparición y al llegar a la habitación la encontraron revuelta.
Sin pistas de la mexicana, la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) emitió días antes de la aparición del cuerpo una ficha amarilla de búsqueda en 194 países. Durante dos semanas, hubo brigadas de voluntarios buscando a Maffy, la policía alemana utilizó perros de rastreo y buzos para revisar los canales de la capital, y uno de los canales donde rastrearon cualquier indicio de María Fernanda fue el de Teltow, donde finalmente apareció cerca de un puente.
La Policía alemana dio a conocer que una línea de investigación sobre la desaparición de la joven estudiante se basa en una posible situación psicológica que deben enfrentar los emigrantes que dejan atrás sus hogares para enfrentarse a una sociedad, lengua y costumbres diferentes, al sentimiento de falta de pertenencia y, muchas veces, a discriminación, racismo y xenofobia, que permean en todas las sociedades europeas.
La desaparición y muerte de María Fernanda Sánchez Castañeda deja tantas incógnitas que debemos seguir pendientes e investigar también para descubrir las razones de su deceso y, si los hay, a los autores de ese hecho.