La llegada de migrantes sin documentos a Europa sigue en aumento ante la continua crisis económica y la desigualdad social que padecen más agudamente los países pobres.
España e Italia son las dos principales puertas de entrada al continente europeo que los migrantes provenientes de África suelen utilizar para tratar de escapar de la pobreza, la desigualdad, la violencia y los desastres naturales.
En el caso de Italia, la llegada de migrantes indocumentados ha desbordado los sistemas de rescate y acogida del país europeo. Según información del diario El País, se tiene registro de que más de 3 mil personas llegaron a los puertos de Lampedusa, una de las islas Pelagias del Mediterráneo, al sur, en sólo 24 horas. Una cifra récord en la llegada de migrantes a la isla.
Ante este panorama, la primera ministra, Giorgia Meloni, pidió ayuda a las organizaciones no gubernamentales que trabajan en la zona del Mediterráneo para que se sumen a los rescates masivos de migrantes en altamar. Con esta media, la candidata de la ultraderecha italiana rompe sus propias promesas de campaña que incluían endurecer las leyes antiinmigración en el país.
Los gobiernos de España e Italia se ven desbordados por los cientos de personas que llegan a tocar las puertas de Europa enfrentando la furia del mar y el riesgo a perder la vida. Tanto los buques de rescate como los centros de acogida de migrantes son insuficientes para la cantidad de personas que llegan a Europa y esto genera cada vez más muertes de mujeres, niños y hombres en altamar.
La falta de una estrategia en conjunto por parte de los países miembros de la Unión Europea dificulta la acción para frenar los decesos y solucionar esta problemática que no logran contener y, al contrario, ha aumentado en estos meses.
En Reino Unido se han tomado polémicas medidas para solucionar la alta llegada de inmigrantes a su territorio. El conservador primer ministro británico, Rishi Sunak, mandó a construir un gigantesco barco-cárcel con capacidad para 500 prisioneros y encerrar allí a las personas que solicitan asilo mientras se realizan los trámites del tortuoso proceso.
Este barco prisión forma parte de las medidas antiinmigrantes que se plantean por toda Europa y en el caso de Reino Unido se presenta cuando el Parlamento británico ha aprobado una contundente ley contra la migración ilegal que dificulta el derecho de asilo. Una ley que según la Organización de las Naciones Unidas va en contra del derecho internacional en favor de los refugiados.
Esta criticada embarcación para migrantes puede convertirse en el inicio de medidas más duras y restrictivas que se pueden copiar en otros países como Italia, en donde los gobiernos de ultraderecha han ganado adeptos entre la población y culpan de todos los males a los inmigrantes en general.