Por el derecho a la educación

SIN MIEDO

Josefina Vázquez Mota<br>*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.<br>
Josefina Vázquez Mota*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón. larazondemexico

Por el derecho a una educación de calidad es que los gobiernos de Chihuahua, Aguascalientes, Jalisco, Nuevo León, Coahuila y Querétaro, determinaron no distribuir los libros de texto gratuitos, y no porque se trate de gobernantes “muy reaccionarios, conservadores, irresponsables y politiqueros”.

Al Presidente se le olvida que una de las prioridades de gobernar es la de garantizar una educación de calidad, obligatoria, gratuita y laica.

Y por laica se entiende independiente de cualquier organización o confesión religiosa, como señala la Real Academia Española.

No es un tema de partidos, es un tema de derechos, y uno de los derechos fundamentales para nuestras niñas, niños y adolescentes, es la educación.

La máquina de odio está disparando todas las mañanas sin cesar, para él todos los que piensan diferente merecen ser vapuleados a nivel nacional, aunque ello les traiga consecuencias a los que llama “adversarios”.

Aquí los “reaccionarios, conservadores, irresponsables y politiqueros” son quienes fueron responsables de elaborar los libros y los que los avalaron, incluido el Presidente.

Lamentablemente, el interés superior de nuestra niñez está por debajo de los intereses políticos y personales del inquilino de Palacio Nacional, para él educar es adoctrinar y manipular a nuestras niñas, niños y adolescentes.

Y no sólo a ellos, también a las y los docentes, que a través de las guías de apoyo ha tergiversado no sólo la historia, sino el método educativo.

Los actuales libros de texto gratuitos van más allá de un adoctrinamiento y de los errores garrafales que se han mencionado, van de ser el ejemplo más claro de una mala estrategia para implementar educación de calidad.

Atacar a los gobiernos que han detenido la distribución de los libros de texto, porque están en espera de que concluyan los procesos legales que hay en contra de éstos, en los cuales se determinará si cumplen con la ley, toda vez que se hicieron en total opacidad.

Si los libros de texto estuvieran a la altura de lo que nuestras niñas, niños y adolescentes, requieren para una educación de calidad, no habría sido necesario que por las tardes se lleven a cabo conferencias para explicar y justificar la elaboración de los libros.

Yo me congratulo de que los gobiernos de Chihuahua, Aguascalientes, Jalisco, Nuevo León, Coahuila y Querétaro hayan detenido la distribución por el bien de nuestra niñez y adolescencia, e invito al resto de los gobernantes a sumarse a garantizar una educación de calidad.

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David E. León Romero